Más vida
laboral para no matar al sistema
Sostener más tiempo a los
cotizantes en activo es ahora el reto.
El Gobierno se ha resistido, pero
el recelo europeo hacia nuestro sistema de pensiones ha abierto el melón de una
nueva reforma cuando la anterior aún no ha entrado en vigor. A Bruselas le
gustan los contenidos que están por llegar en enero, pero no los tiempos,
quiere que Mariano Rajoy vaya más deprisa; el empeoramiento macroeconómico está
limitando el impacto de los cambios y el gasto público asociado al
envejecimiento de la población continúa muy por encima de la medida comunitaria
lo que está comprometiendo el presente y futuro del sistema público de
pensiones.
La exigida nueva reforma de las
pensiones forma parte de la batería de recomendaciones que llegan desde Europa.
A finales de mayo, la Comisión presentó una durísima hoja de ruta para España.
A cambio de prolongar un año, hasta 2014, el plazo para reducir el déficit al
3% Bruselas reclamó una nueva vuelta de tuerca en la reforma laboral, además de
subir el IVA. Sobre las pensiones gustaba la letra de la reforma de Zapatero de
2011, pero ante el fuerte impacto de la recesión se reclamaba acortar tiempos.
El Gobierno se ha resistido hasta
donde ha podido, pero el peso de la fuerte destrucción de empleo paralelo al
crecimiento sostenido en el número de pensionistas ha hecho que fuera
preparando el terreno para una nueva reforma. ¿Qué llega ahora? En 2011 el
Ejecutivo de Zapatero retrasó de 65
a 67 años la edad de jubilación, de 35 a 37 el periodo cotizado
para tener derecho a cien por cien de la pensión y amplió de 15 a 25 los años para calcular
la prestación... todo ello a aplicar en un periodo transitorio que comenzará en
enero de 2013 y concluirá en 2027. ¿El paso siguiente?
Lo más inmediato ahora es ahorrar
recursos al sistema de pensiones teniendo en cuenta que cerrará ejercicio con
un deficit de 7.000 millones. Ahorrar significa trabajar más y cobrar menos...
apurar el retiro hasta la edad legal de jubilación. Lo inmediato, por tanto, es
penalizar cualquier forma de jubilación anticipada; el sistema no aguanta y es
necesario sotener el mayor tiempo posible a los cotizantes en activo. Y las
medidas deben llegar antes de que acabe el año.
Retiro anticipado: el coste...
De las 198.600 jubilaciones que
se realizaron el año pasado, el 50,6% fueron anticipadas. La pensión que se
cobraba en este último caso (1.344,42 euros mensuales) fue superior a la de
quienes se retiraron cuando cumplieron los 65 años (1.234,5 euros). El
sobrecoste que suponen estas jubilaciones antes de tiempo ha llevado al Gobierno
a proponer al Pacto de Toledo una batería de medidas para retrasar la edad
efectiva de jubilación. Acercar la edad real (63,5) a la legal (65 años) es
ahora un objetivo.
... las medidas
La reforma de pensiones que
entrará en vigor en enero contempla varias vías de jubilación anticipada. La
primera permitirá retirarse a partir de los 61 años si el trabajador es
despedido o cierra la empresa siempre que tenga cotizados 33 años (ahora 30).
Otra vía es la que permite el retiro adelantado a partir de los 63 años de
forma voluntaria para quienes hayan cotizado al menos durante 33 años. En ambos
casos se aplicarán unos coeficientes de reducción sobre la pensión teórica que
le correspondería al jubilado. Cuando aún no han entrado estos cambios en
vigor, el Gobierno ha hecho llegar al Parlamento una propuesta para retrasar la
edad mínima para acceder a la jubilación anticipada o parcial de forma paralela
al retraso paulatino de la edad legal para jubilarse (de 65 a 67 años entre 2013 y
2027). Un endurecimiento al que se uniría un aumento del periodo mínimo de
cotización exigido para acceder al retiro anticipado y un aumento de los
coeficientes de reducción por adelanto del retiro.
También empleados públicos
Piensa el Ejecutivo que en
momentos de crisis como el actual los empleados públicos no deben jubilarse
anticipadamente de forma voluntaria. Se trataría de eliminar la opción que en
estos momentos tienen cerca de un millón de funcionarios, especialmente
docentes y miembros de los cuerpos de seguridad del Estado, que ahora sí pueden
acogerse a esa opción.
Jubilación parcial
Al Gobierno no le gusta cómo
funciona esta fórmula que permite el retiro parcial de un trabajador antes de
la edad legal de jubilación y su sustitución por otro empleado con un contrato
de relevo. Como en el caso de la anticipada, Empleo también propone el retraso
de la edad (61 años) para retirarse parcialmente y aumentar el periodo mínimo
de cotización (30 años). Es partidario también de aumentar el tiempo mínimo de
duración del contrato de quien va a relevar al jubilado o que el importe final
de la pensión varíe en función del coste de este tipo de jubilación para el
sistema, que ronda los 2.704 millones al año.
Trabajar más, una opción
Es una reivindicacion histórica
del Pacto de Toledo pero no ha llegado a buen puerto, «siempre ha contemplado
una fuerte rigidez en el ámbito de la compatibilidad entre la percepción de la
pensión de jubilación y la realización de un trabajo», dice la ministra de
Empleo, Fátima Báñez en su informe al Congreso. Pero ahora, el Gobierno parece
empeñado en abrir la puerta a que los jubilados que lo deseen puedan seguir
trabajando. Para ello piensa que debe haber más facilitades para compatibilizar
el cobro de la pensión con un salario siempre que el jubilado tenga cubierto el
periodo de cotización necesario para percibir el cien por cien de la prestación. Y puede
haber premios en forma de menos cuotas o más pensión.
Permitir que el trabajador
permanezca voluntariamente en su empleo tiene una doble ventaja en estos
momentos de debilidad económica. Por un lado, el jubilado podrá completar sus
ingresos y, por otro, el Estado recibirá más ingresos por cotización. Es,
además, una de las recomendaciones que llegan desde Bruselas y una fórmula de
éxito en países como, por ejemplo, Alemania. En la actualidad, ya se puede
recibir la pensión y trabajar al mismo tiempo en nuestro país, pero no
plenamente, solo de forma proporcional.
Subidas ligadas al IPC
El Ejecutivo quiere acabar con el
costoso mecanismo de revalorización de las pensiones y buscar otros parámetros
«más fiables» para fijar la evolución del coste de la vida. Para ello habría
que reformar el artículo 48 de la ley general de la Seguridad Social ,
que establece la revalorización automática de las pensiones al comienzo de cada
año en función del IPC previsto. La idea que maneja el Ejecutivo es suprimir la
cláusula automática de las pensiones, cuyo impacto prespuestario sería
inmediato. Pero no parece que ahora sea lo más inmediato. No entrará en la
primera ronda de reformas, pero está en la agenda del Gobierno para evitar que
ocurra de nuevo una situación como la que se producirá en noviembre.
¿Qué ocurrirá en noviembre?
La inflación interanual en este
mes servirá para actualizar las pensiones en casi 2,5 puntos, ya que las
pensiones subieron en enero un 1% y el IPC podría situarse ese mes de noviembre
en el entorno del 3,5%. El coste de las arcas públicas para esa desviación
sería de unos 5.000 millones, de los que aproximadamente la mitad, 2.500
millones sería con cargo al Presupuesto de este año. Es la cantidad que
correspondería a la paga que recibirían los pensionistas en enero para
compensar por lo que no han cobrado en 2012. Además, esta subida se consolidará
en 2013, con lo que los Presupuestos de ese año tendrán que hacer frente a un
gasto de otros 2.500 millones.
Pero la decisión última está en
el aire. Las exigencias europeas de cumplir el objetivo de déficit del 6,3% del
PIB para el conjunto de las administraciones públicas este año, ha pospuesto la
decisión final del Gobierno hasta el último momento, cuando sepa si hay margen
para hacer este fuerte desembolso. Buscar ese margen es el encargo prioritario
que Rajoy ha hecho ya a sus ministros económicos.
El paro seguirá batiendo récords
en España, según las previsiones de otoño publicadas ayer por la Comisión Europea. Un
análisis detallado de sus cálculos muestra que Bruselas cree que el número de
parados superará en España claramente los seis millones en 2013.
Además de cuestionar las
previsiones de evolución del producto interior bruto y de déficit público, el
informe presentado ayer por el comisario de economía, Olli Rehn, es también una
enmienda a la totalidad de las previsiones del Gobierno español en materia
laboral.
Frente a la mínima destrucción de
empleo que espera el Gobierno, Bruselas prevé que se destruya el 2,7% del
empleo en 2013, lo que equivale a cerca de medio millón de puestos de trabajo.
Con ello, la tasa de paro subiría hasta un nuevo récord del 26,6%, mientras que
el Gobierno de Mariano Rajoy cree que la tasa de paro bajará al 24,3%. En 2014,
cuando la economía empiece a crecer ligeramente solo se crearían unos 30.000
empleos, de modo que el paro seguiría por encima del 26%, según Bruselas. Tanto
el año que viene como el siguiente, la tasa de paro española seguirá siendo la
mayor de la Unión
Europea.
Con los datos de destrucción de
empleo y de tasa de paro, se puede calcular la cifra de parados que estima
Bruselas, ya que la combinación de ambas permite calcular la población activa.
Unas simples operaciones muestran que el nivel de desempleo que se deduce de
esos cálculos supera los seis millones de parados, más aún si se tiene en
cuenta que la previsión de Bruselas es una media anual y que el pico del desempleo
se alcanzará previsiblemente en el primer trimestre del año próximo.
ING
suprimirá 2.350 empleos, pero España no se verá afectada
El grupo holandés ING suprimirá
2.350 empleos en los próximos años, de los que 1.350 puestos de trabajo se
eliminarán en la aseguradora Nationale-Nederlanden en Europa y los
otros 1.000 en el negocio de banca comercial, según ha informado este miércoles
el consejero delegado de la compañía, Jan Hommen, tras anunciar que los
resultados del tercer trimestre han registrado una caída interanual del 64%,
hasta los 609 millones de euros.
Fuentes de ING Direct España han
asegurado a Europa Press que este recorte de empleo no afectará a su plantilla,
integrada por unos 1.000 trabajadores, al tiempo que han subrayado que la
filial española sigue contratando personal. De hecho, actualmente está abierto
un proceso de selección para 20 puestos de trabajo, según las mismas fuentes.
Hommen ha explicado que la
reorganización de Nationale-Nederlanden en Europa, en la que se enmarca la
supresión de esos 1.350 empleos, permitirá ahorrar cerca de 200 millones de
euros anuales hasta el 2014, mientras que la simplificación de su división de
banca comercial, que perderá un millar de empleados, producirá un ahorro de 260
millones de euros anuales a partir del 2015.
"Es doloroso anunciar estas
medidas hoy porque a través de estos tiempos difíciles los empleados de todos
los niveles han trabajado incansablemente", ha subrayado Hommen, que ha
agracedido a los trabajadores sus esfuerzos.
La bolsa española
registra la mayor caída en mes y medio
http://www.finanzas.com/noticias/mercados/bolsas/20121107/bolsa-espanola-registra-mayor-1608289.html
La bolsa española ha bajado hoy
el 2,28 por ciento, la mayor caída en mes y medio, después de que la rebaja de
las previsiones económicas elaboradas por la Comisión Europea
anulara el impulso inicial dado por la reelección de Barack Obama como
presidente de los Estados Unidos.
Mientras la prima de riesgo subía
de 422 a
432 puntos básicos, el índice de referencia de la bolsa española, el IBEX 35, ha bajado 176,90 puntos,
el 2,26 por ciento, hasta 7.660,70 puntos, con lo que regresa a niveles de
mediados de octubre. Las pérdidas anuales aumentan hasta el 10,57 por ciento.
En Europa, con el euro en 1,275
dólares, Milán bajó el 2,5 por ciento, mientras que el índice Euro Stoxx 50
cedió el 2,24 por ciento; París, el 1,99 por ciento; Fráncfort, el 1,96 por
ciento, y Londres, el 1,58 por ciento.
La bolsa abría la jornada con una
subida del 1 por ciento y superaba el nivel de 7.900 puntos animada por la
victoria de Barack Obama en las elecciones presidenciales estadounidenses,
aunque se mantiene el anterior reparto de poder en el Congreso, y el avance de
Telefónica, que anunciaba un aumento del beneficio del 26,4 %
El alza bursátil era acompañada
por la mejora de la cotización del euro, que se aproximaba a 1,29 dólares, y de
la prima de riesgo, que descendía hasta 418 puntos básicos. Las materias primas
también impulsaban a las bolsas, ya que el petróleo Brent subía hasta 111,5
dólares el barril.
Las favorables previsiones de
crecimiento en Alemania para este y el próximo año -el PIB crecerá el 0,8 por
ciento en cada ejercicio- anunciadas por los "Cinco Sabios" mantenían
el alza.
Por contra, se conocía la caída
del 0,2 por ciento de las ventas minoristas en la zona euro y el retroceso del
1,8 por ciento de la producción industrial alemana en septiembre.
Con la rebaja de las previsiones
de crecimiento en la zona euro elaboradas por la Comisión Europea
-el PIB caerá el 0,4 por ciento este año y subirá el 0,1 en 2013-, con un
aumento del desempleo y del déficit, la bolsa incurría en pérdidas a media
sesión.
A la vista de estas cifras, el
vicepresidente de la Comisión y responsable de Economía, Olli Rehn, solicitó
continuar con las reformas para recuperar el crecimiento económico y reducir
sus altas tasas de desempleo.
El presidente del Banco Central
Europeo (BCE), Mario Draghi, le indicaba a Alemania que su economía ya está
padeciendo por los recortes impuestos para resolver la crisis de deuda.
Wall Street abría con pérdidas
superiores al 1 por ciento, que aumentaban hasta el 2 en poco menos de una hora
y que le hacían perder la barrera de 13.000 puntos (el índice SP 500 bajaba de
1.400 puntos), con lo que volvía a niveles de agosto pasado.
El mercado neoyorquino se
anticipaba con este recorte a la repercusión que pueda tener en la economía
estadounidense y mundial el denominado "precipicio fiscal", que
asciende a unos 600.000 millones de dólares y que saldrían de la subida de
impuestos y del recorte de gastos para equilibrar los presupuestos.
Por eso, al final de la sesión en
España Wall Street perdía el 2,5 por ciento mientras bajaban el euro (1,275
dólares), el Brent (108 dólares), la prima de riesgo subía y el mercado
nacional se situaba en niveles de mediados de octubre.
Todos los grandes valores
bajaron, con la banca a la cabeza: BBVA cedió el 3,71 por ciento; Banco
Santander, el 3,55 por ciento; Repsol, el 2,97 por ciento; Telefónica, el 2,1
por ciento; Inditex, el 2,03 por ciento, e Iberdrola, el 1,66 por ciento.
Sacyr registró el mayor descenso
del IBEX con una bajada del 5,2 por ciento. A continuación se situaron cinco
entidades financieras: Banco Popular (4,08 %); BBVA; Banco Santander; Caixabank
(3,41 %), y Bankia (3,34 %).
Seis empresas del IBEX
concluyeron con ganancias, que lideró DIA al subir el 1,4 por ciento, mientras
que Acerinox se revalorizó el 1,24 por ciento; Mediaset avanzó el 0,93 por
ciento y Bankinter, el 0,92 por ciento.
En el mercado continuo destacó la
caída del 17,27 por ciento de Reyal Urbis, en tanto que Urbas comandó las
ganancias (7,14 %).
El efectivo negociado en el mercado
continuo se situó en 2.255 millones, de los que algo más de 1.000 procedieron
de operaciones efectuadas por inversores institucionales.
Wall Street
recibe la victoria de Obama con la mayor caída del año
La resaca electoral ha hecho
mella en el parqué neoyorquino. Obama se queda en la Casa Blanca cuatro
años más, pero aún quedan muchos frentes que cubrir: reducir el desempleo,
negociar con el Congreso un plan de recorte del déficit y la desaparición de
las tasas impositivas de la "era Bush". Bank of America y JP Morgan,
con caídas de un 7% y un 5%, respectivamente, lideraron las caídas en el Dow
Jones. El rojo también se extendió al mercado de materias primas, donde el petróleo
se desplomó un 4%.
Tras un paréntesis de dos días,
los principales indicadores de Wall Street volvían a teñirse de rojo. El Dow
Jones de Industriales cerró con la mayor caída del año tras ceder un 2,36% y se
despidió de los 13.000 puntos por primera vez desde agosto. El selectivo dio su
último cambio en los 12.932,73 puntos. En el caso del Standard & Poor's, el descenso fue del 2,08%, hasta los
1.398,75 puntos; mientras que el indicador de composición tecnológica restó un
2,48%, hasta las 2.937,29 unidades.
Ahora que mercados e inversores
ya conocen quién será el próximo presidente del país, se abren nuevos frente
que resolver. El más importante, o al menos el que más preocupa a Wall Street,
es el "abismo fiscal" que se cierne sobre el país. Obama tendrá que
ponerse de acuerdo con el partido Republicano para elevar el techo de deuda. Al
menos si quieren conservar la
"Triple A " que todavía le otorgan la agencias de
calificación Fitch y Moody's.
Además, el gabinete de Obama
también tendrá que dirigir la recuperación económica del país donde el
crecimiento sigue siendo débil (un 2% en el tercer trimestre del año) y
dinamizar el sector laboral ya que la tasa de paro sigue situada en el 7,9%.
Otro obstáculo que se encontrarán los demócratas será la desaparición de las
rebajas impositivas adoptadas durante la "era Bush".
En la agenda macroeconómica del
día sólo estaba prevista la publicación de las solicitudes semanales de
hipotecas, que cayeron un 5% tras el paso del huracán Sandy, que impidió el
funcionamiento normal de los negocios.
Movimientos
En el Dow Jones, Bank of America,
que se desplomó más de un 7%, y JP Morgan, que cerró con pérdidas que rozaron
el 6%, fueron los principales lastres del indicador. HP (-4,93%), Exxon Mobil
(-3,81%), UnitedHealth (-3,79%), Intel (-3,78%), Caterpillar (-3,47%) y
AT&T (-3,36%) terminaron con fuertes retrocesos un sesión donde ningún
valor logró escaparse de los números rojos.
Fuera del indicador destacó Time
Warner. El grupo de comunicación subió más de un 4% después anunciar que obtuvo
un beneficio neto de 1.851 millones de dólares en los primeros nueve meses del
año. News Corp también rindió cuentas en el parqué: la compañía propiedad del
magnate Rupert Murdoch, ganó 2.233 millones de dólares en el primer trimestre
de su año fiscal. Sus títulos reaccionaron con una subida del 1,61% en Wall
Street.
El petróleo, la mayor caída en un año
En el mercado de materias primas,
fuerte varapalo para el precio del petróleo. El barril de crudo Texas, de
referencia en EE.UU. se dejó algo más de un 4%, hasta cambiarse por 84,4
dólares; mientras que su homólogo europeo, el barril de Brent, reaccionaba con
un desplome del 3,8%, hasta los 106,8 dólares. En el caso del oro, el descenso
fue del 0,4%, hasta los 1.710 dólares la onza. Petróleo y
oro se decantaron por las bajadas a pesar de la debilidad del billete verde,
que cedió un 0,4% en su cruce con el euro. La moneda única europea partirá
mañana desde los 1,276 dólares.
Aunque en el tono negativo de la
jornada también influyeron las noticias que llegaban desde Europa. Por una
parte, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, advertía de que
la crisis ya había llegado hasta la economía alemana, algo que sentó como un
jarro de agua fría en el ánimo de los inversores. Por otra parte, la Comisión Europea
presentaba unas previsiones muy pesimistas sobre el paro y el déficit de
España.
El pesimismo se reflejó en las
principales plazas bursátiles del Viejo Continente, donde el Ftse Mib italiano
se llevó la peor parte al desplomarse un 2,5%. El Ibex 35 español también se
dejó arrastrar por la ola bajista y terminó cediendo un 2,26%. El Cac 40
francés perdió un 1,99%; mientras que el Dax alemán retrocedió un 1,96%. En el
caso del Ftse 100 británico, la caída fue del 1,58%.
El Nikkei
baja 135,74 puntos, un 1,51 por ciento, hasta 8.837,15 puntos
El índice Nikkei de la Bolsa de
Tokio cerró hoy con un ligero descenso de 135,74 puntos, un 1,51 por ciento, y
quedó en 8.837,15 unidades.
El índice Topix, que agrupa a
todos los valores de la primera sección, cayó 10,36 puntos, un 1,39 por ciento,
hasta 735,35 enteros.