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jueves, 8 de noviembre de 2012

Prensa 8 noviembre


Más vida laboral para no matar al sistema


Sostener más tiempo a los cotizantes en activo es ahora el reto.

El Gobierno se ha resistido, pero el recelo europeo hacia nuestro sistema de pensiones ha abierto el melón de una nueva reforma cuando la anterior aún no ha entrado en vigor. A Bruselas le gustan los contenidos que están por llegar en enero, pero no los tiempos, quiere que Mariano Rajoy vaya más deprisa; el empeoramiento macroeconómico está limitando el impacto de los cambios y el gasto público asociado al envejecimiento de la población continúa muy por encima de la medida comunitaria lo que está comprometiendo el presente y futuro del sistema público de pensiones.

La exigida nueva reforma de las pensiones forma parte de la batería de recomendaciones que llegan desde Europa. A finales de mayo, la Comisión presentó una durísima hoja de ruta para España. A cambio de prolongar un año, hasta 2014, el plazo para reducir el déficit al 3% Bruselas reclamó una nueva vuelta de tuerca en la reforma laboral, además de subir el IVA. Sobre las pensiones gustaba la letra de la reforma de Zapatero de 2011, pero ante el fuerte impacto de la recesión se reclamaba acortar tiempos.

El Gobierno se ha resistido hasta donde ha podido, pero el peso de la fuerte destrucción de empleo paralelo al crecimiento sostenido en el número de pensionistas ha hecho que fuera preparando el terreno para una nueva reforma. ¿Qué llega ahora? En 2011 el Ejecutivo de Zapatero retrasó de 65 a 67 años la edad de jubilación, de 35 a 37 el periodo cotizado para tener derecho a cien por cien de la pensión y amplió de 15 a 25 los años para calcular la prestación... todo ello a aplicar en un periodo transitorio que comenzará en enero de 2013 y concluirá en 2027. ¿El paso siguiente?

Lo más inmediato ahora es ahorrar recursos al sistema de pensiones teniendo en cuenta que cerrará ejercicio con un deficit de 7.000 millones. Ahorrar significa trabajar más y cobrar menos... apurar el retiro hasta la edad legal de jubilación. Lo inmediato, por tanto, es penalizar cualquier forma de jubilación anticipada; el sistema no aguanta y es necesario sotener el mayor tiempo posible a los cotizantes en activo. Y las medidas deben llegar antes de que acabe el año.

Retiro anticipado: el coste...

De las 198.600 jubilaciones que se realizaron el año pasado, el 50,6% fueron anticipadas. La pensión que se cobraba en este último caso (1.344,42 euros mensuales) fue superior a la de quienes se retiraron cuando cumplieron los 65 años (1.234,5 euros). El sobrecoste que suponen estas jubilaciones antes de tiempo ha llevado al Gobierno a proponer al Pacto de Toledo una batería de medidas para retrasar la edad efectiva de jubilación. Acercar la edad real (63,5) a la legal (65 años) es ahora un objetivo.

... las medidas

La reforma de pensiones que entrará en vigor en enero contempla varias vías de jubilación anticipada. La primera permitirá retirarse a partir de los 61 años si el trabajador es despedido o cierra la empresa siempre que tenga cotizados 33 años (ahora 30). Otra vía es la que permite el retiro adelantado a partir de los 63 años de forma voluntaria para quienes hayan cotizado al menos durante 33 años. En ambos casos se aplicarán unos coeficientes de reducción sobre la pensión teórica que le correspondería al jubilado. Cuando aún no han entrado estos cambios en vigor, el Gobierno ha hecho llegar al Parlamento una propuesta para retrasar la edad mínima para acceder a la jubilación anticipada o parcial de forma paralela al retraso paulatino de la edad legal para jubilarse (de 65 a 67 años entre 2013 y 2027). Un endurecimiento al que se uniría un aumento del periodo mínimo de cotización exigido para acceder al retiro anticipado y un aumento de los coeficientes de reducción por adelanto del retiro.

También empleados públicos

Piensa el Ejecutivo que en momentos de crisis como el actual los empleados públicos no deben jubilarse anticipadamente de forma voluntaria. Se trataría de eliminar la opción que en estos momentos tienen cerca de un millón de funcionarios, especialmente docentes y miembros de los cuerpos de seguridad del Estado, que ahora sí pueden acogerse a esa opción.

Jubilación parcial

Al Gobierno no le gusta cómo funciona esta fórmula que permite el retiro parcial de un trabajador antes de la edad legal de jubilación y su sustitución por otro empleado con un contrato de relevo. Como en el caso de la anticipada, Empleo también propone el retraso de la edad (61 años) para retirarse parcialmente y aumentar el periodo mínimo de cotización (30 años). Es partidario también de aumentar el tiempo mínimo de duración del contrato de quien va a relevar al jubilado o que el importe final de la pensión varíe en función del coste de este tipo de jubilación para el sistema, que ronda los 2.704 millones al año.

Trabajar más, una opción

Es una reivindicacion histórica del Pacto de Toledo pero no ha llegado a buen puerto, «siempre ha contemplado una fuerte rigidez en el ámbito de la compatibilidad entre la percepción de la pensión de jubilación y la realización de un trabajo», dice la ministra de Empleo, Fátima Báñez en su informe al Congreso. Pero ahora, el Gobierno parece empeñado en abrir la puerta a que los jubilados que lo deseen puedan seguir trabajando. Para ello piensa que debe haber más facilitades para compatibilizar el cobro de la pensión con un salario siempre que el jubilado tenga cubierto el periodo de cotización necesario para percibir el cien por cien de la prestación. Y puede haber premios en forma de menos cuotas o más pensión.

Permitir que el trabajador permanezca voluntariamente en su empleo tiene una doble ventaja en estos momentos de debilidad económica. Por un lado, el jubilado podrá completar sus ingresos y, por otro, el Estado recibirá más ingresos por cotización. Es, además, una de las recomendaciones que llegan desde Bruselas y una fórmula de éxito en países como, por ejemplo, Alemania. En la actualidad, ya se puede recibir la pensión y trabajar al mismo tiempo en nuestro país, pero no plenamente, solo de forma proporcional.

Subidas ligadas al IPC

El Ejecutivo quiere acabar con el costoso mecanismo de revalorización de las pensiones y buscar otros parámetros «más fiables» para fijar la evolución del coste de la vida. Para ello habría que reformar el artículo 48 de la ley general de la Seguridad Social, que establece la revalorización automática de las pensiones al comienzo de cada año en función del IPC previsto. La idea que maneja el Ejecutivo es suprimir la cláusula automática de las pensiones, cuyo impacto prespuestario sería inmediato. Pero no parece que ahora sea lo más inmediato. No entrará en la primera ronda de reformas, pero está en la agenda del Gobierno para evitar que ocurra de nuevo una situación como la que se producirá en noviembre.

¿Qué ocurrirá en noviembre?

La inflación interanual en este mes servirá para actualizar las pensiones en casi 2,5 puntos, ya que las pensiones subieron en enero un 1% y el IPC podría situarse ese mes de noviembre en el entorno del 3,5%. El coste de las arcas públicas para esa desviación sería de unos 5.000 millones, de los que aproximadamente la mitad, 2.500 millones sería con cargo al Presupuesto de este año. Es la cantidad que correspondería a la paga que recibirían los pensionistas en enero para compensar por lo que no han cobrado en 2012. Además, esta subida se consolidará en 2013, con lo que los Presupuestos de ese año tendrán que hacer frente a un gasto de otros 2.500 millones.

Pero la decisión última está en el aire. Las exigencias europeas de cumplir el objetivo de déficit del 6,3% del PIB para el conjunto de las administraciones públicas este año, ha pospuesto la decisión final del Gobierno hasta el último momento, cuando sepa si hay margen para hacer este fuerte desembolso. Buscar ese margen es el encargo prioritario que Rajoy ha hecho ya a sus ministros económicos.



La Comisión Europea prevé que España supere los seis millones de parados


El paro seguirá batiendo récords en España, según las previsiones de otoño publicadas ayer por la Comisión Europea. Un análisis detallado de sus cálculos muestra que Bruselas cree que el número de parados superará en España claramente los seis millones en 2013.

Además de cuestionar las previsiones de evolución del producto interior bruto y de déficit público, el informe presentado ayer por el comisario de economía, Olli Rehn, es también una enmienda a la totalidad de las previsiones del Gobierno español en materia laboral.

Frente a la mínima destrucción de empleo que espera el Gobierno, Bruselas prevé que se destruya el 2,7% del empleo en 2013, lo que equivale a cerca de medio millón de puestos de trabajo. Con ello, la tasa de paro subiría hasta un nuevo récord del 26,6%, mientras que el Gobierno de Mariano Rajoy cree que la tasa de paro bajará al 24,3%. En 2014, cuando la economía empiece a crecer ligeramente solo se crearían unos 30.000 empleos, de modo que el paro seguiría por encima del 26%, según Bruselas. Tanto el año que viene como el siguiente, la tasa de paro española seguirá siendo la mayor de la Unión Europea.

Con los datos de destrucción de empleo y de tasa de paro, se puede calcular la cifra de parados que estima Bruselas, ya que la combinación de ambas permite calcular la población activa. Unas simples operaciones muestran que el nivel de desempleo que se deduce de esos cálculos supera los seis millones de parados, más aún si se tiene en cuenta que la previsión de Bruselas es una media anual y que el pico del desempleo se alcanzará previsiblemente en el primer trimestre del año próximo.

La Comisión Europea subraya además que la destrucción de empleo ya no solo está afectando a los trabajos temporales, sino que está golpeando también con dureza al empleo indefinido. El ajuste del empleo se sigue haciendo mediante la destrucción de puestos de trabajo y no por la reducción de horas. En ambas materias, la reforma laboral no está dando los frutos pretendidos, aunque Bruselas cree que en el futuro sí que permitirá una mayor “flexibilidad” para las empresas. “Puede llevar algún tiempo antes de que lo primeros efectos positivos se manifiesten”, señala el informe de Bruselas. Donde sí está desplegando efectos es en la pérdida de poder adquisitivo de los trabajadores, pues los costes salariales suben menos mientras que la inflación se mantiene alta.



ING suprimirá 2.350 empleos, pero España no se verá afectada


El grupo holandés ING suprimirá 2.350 empleos en los próximos años, de los que 1.350 puestos de trabajo se eliminarán en la aseguradora Nationale-Nederlanden en Europa y los otros 1.000 en el negocio de banca comercial, según ha informado este miércoles el consejero delegado de la compañía, Jan Hommen, tras anunciar que los resultados del tercer trimestre han registrado una caída interanual del 64%, hasta los 609 millones de euros.

Fuentes de ING Direct España han asegurado a Europa Press que este recorte de empleo no afectará a su plantilla, integrada por unos 1.000 trabajadores, al tiempo que han subrayado que la filial española sigue contratando personal. De hecho, actualmente está abierto un proceso de selección para 20 puestos de trabajo, según las mismas fuentes.

Hommen ha explicado que la reorganización de Nationale-Nederlanden en Europa, en la que se enmarca la supresión de esos 1.350 empleos, permitirá ahorrar cerca de 200 millones de euros anuales hasta el 2014, mientras que la simplificación de su división de banca comercial, que perderá un millar de empleados, producirá un ahorro de 260 millones de euros anuales a partir del 2015.

"Es doloroso anunciar estas medidas hoy porque a través de estos tiempos difíciles los empleados de todos los niveles han trabajado incansablemente", ha subrayado Hommen, que ha agracedido a los trabajadores sus esfuerzos.



La bolsa española registra la mayor caída en mes y medio

La bolsa española ha bajado hoy el 2,28 por ciento, la mayor caída en mes y medio, después de que la rebaja de las previsiones económicas elaboradas por la Comisión Europea anulara el impulso inicial dado por la reelección de Barack Obama como presidente de los Estados Unidos.

Mientras la prima de riesgo subía de 422 a 432 puntos básicos, el índice de referencia de la bolsa española, el IBEX 35, ha bajado 176,90 puntos, el 2,26 por ciento, hasta 7.660,70 puntos, con lo que regresa a niveles de mediados de octubre. Las pérdidas anuales aumentan hasta el 10,57 por ciento.

En Europa, con el euro en 1,275 dólares, Milán bajó el 2,5 por ciento, mientras que el índice Euro Stoxx 50 cedió el 2,24 por ciento; París, el 1,99 por ciento; Fráncfort, el 1,96 por ciento, y Londres, el 1,58 por ciento.

La bolsa abría la jornada con una subida del 1 por ciento y superaba el nivel de 7.900 puntos animada por la victoria de Barack Obama en las elecciones presidenciales estadounidenses, aunque se mantiene el anterior reparto de poder en el Congreso, y el avance de Telefónica, que anunciaba un aumento del beneficio del 26,4 %

El alza bursátil era acompañada por la mejora de la cotización del euro, que se aproximaba a 1,29 dólares, y de la prima de riesgo, que descendía hasta 418 puntos básicos. Las materias primas también impulsaban a las bolsas, ya que el petróleo Brent subía hasta 111,5 dólares el barril.

Las favorables previsiones de crecimiento en Alemania para este y el próximo año -el PIB crecerá el 0,8 por ciento en cada ejercicio- anunciadas por los "Cinco Sabios" mantenían el alza.

Por contra, se conocía la caída del 0,2 por ciento de las ventas minoristas en la zona euro y el retroceso del 1,8 por ciento de la producción industrial alemana en septiembre.

Con la rebaja de las previsiones de crecimiento en la zona euro elaboradas por la Comisión Europea -el PIB caerá el 0,4 por ciento este año y subirá el 0,1 en 2013-, con un aumento del desempleo y del déficit, la bolsa incurría en pérdidas a media sesión.
A la vista de estas cifras, el vicepresidente de la Comisión y responsable de Economía, Olli Rehn, solicitó continuar con las reformas para recuperar el crecimiento económico y reducir sus altas tasas de desempleo.

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, le indicaba a Alemania que su economía ya está padeciendo por los recortes impuestos para resolver la crisis de deuda.

Wall Street abría con pérdidas superiores al 1 por ciento, que aumentaban hasta el 2 en poco menos de una hora y que le hacían perder la barrera de 13.000 puntos (el índice SP 500 bajaba de 1.400 puntos), con lo que volvía a niveles de agosto pasado.

El mercado neoyorquino se anticipaba con este recorte a la repercusión que pueda tener en la economía estadounidense y mundial el denominado "precipicio fiscal", que asciende a unos 600.000 millones de dólares y que saldrían de la subida de impuestos y del recorte de gastos para equilibrar los presupuestos.

Por eso, al final de la sesión en España Wall Street perdía el 2,5 por ciento mientras bajaban el euro (1,275 dólares), el Brent (108 dólares), la prima de riesgo subía y el mercado nacional se situaba en niveles de mediados de octubre.

Todos los grandes valores bajaron, con la banca a la cabeza: BBVA cedió el 3,71 por ciento; Banco Santander, el 3,55 por ciento; Repsol, el 2,97 por ciento; Telefónica, el 2,1 por ciento; Inditex, el 2,03 por ciento, e Iberdrola, el 1,66 por ciento.

Sacyr registró el mayor descenso del IBEX con una bajada del 5,2 por ciento. A continuación se situaron cinco entidades financieras: Banco Popular (4,08 %); BBVA; Banco Santander; Caixabank (3,41 %), y Bankia (3,34 %).

Seis empresas del IBEX concluyeron con ganancias, que lideró DIA al subir el 1,4 por ciento, mientras que Acerinox se revalorizó el 1,24 por ciento; Mediaset avanzó el 0,93 por ciento y Bankinter, el 0,92 por ciento.

En el mercado continuo destacó la caída del 17,27 por ciento de Reyal Urbis, en tanto que Urbas comandó las ganancias (7,14 %).

El efectivo negociado en el mercado continuo se situó en 2.255 millones, de los que algo más de 1.000 procedieron de operaciones efectuadas por inversores institucionales.



Wall Street recibe la victoria de Obama con la mayor caída del año


La resaca electoral ha hecho mella en el parqué neoyorquino. Obama se queda en la Casa Blanca cuatro años más, pero aún quedan muchos frentes que cubrir: reducir el desempleo, negociar con el Congreso un plan de recorte del déficit y la desaparición de las tasas impositivas de la "era Bush". Bank of America y JP Morgan, con caídas de un 7% y un 5%, respectivamente, lideraron las caídas en el Dow Jones. El rojo también se extendió al mercado de materias primas, donde el petróleo se desplomó un 4%.

Tras un paréntesis de dos días, los principales indicadores de Wall Street volvían a teñirse de rojo. El Dow Jones de Industriales cerró con la mayor caída del año tras ceder un 2,36% y se despidió de los 13.000 puntos por primera vez desde agosto. El selectivo dio su último cambio en los 12.932,73 puntos. En el caso del Standard &  Poor's, el descenso fue del 2,08%, hasta los 1.398,75 puntos; mientras que el indicador de composición tecnológica restó un 2,48%, hasta las 2.937,29 unidades.

Ahora que mercados e inversores ya conocen quién será el próximo presidente del país, se abren nuevos frente que resolver. El más importante, o al menos el que más preocupa a Wall Street, es el "abismo fiscal" que se cierne sobre el país. Obama tendrá que ponerse de acuerdo con el partido Republicano para elevar el techo de deuda. Al menos si quieren conservar la "Triple A" que todavía le otorgan la agencias de calificación Fitch y Moody's.

Además, el gabinete de Obama también tendrá que dirigir la recuperación económica del país donde el crecimiento sigue siendo débil (un 2% en el tercer trimestre del año) y dinamizar el sector laboral ya que la tasa de paro sigue situada en el 7,9%. Otro obstáculo que se encontrarán los demócratas será la desaparición de las rebajas impositivas adoptadas durante la "era Bush".

En la agenda macroeconómica del día sólo estaba prevista la publicación de las solicitudes semanales de hipotecas, que cayeron un 5% tras el paso del huracán Sandy, que impidió el funcionamiento normal de los negocios.

Movimientos

En el Dow Jones, Bank of America, que se desplomó más de un 7%, y JP Morgan, que cerró con pérdidas que rozaron el 6%, fueron los principales lastres del indicador. HP (-4,93%), Exxon Mobil (-3,81%), UnitedHealth (-3,79%), Intel (-3,78%), Caterpillar (-3,47%) y AT&T (-3,36%) terminaron con fuertes retrocesos un sesión donde ningún valor logró escaparse de los números rojos.

Fuera del indicador destacó Time Warner. El grupo de comunicación subió más de un 4% después anunciar que obtuvo un beneficio neto de 1.851 millones de dólares en los primeros nueve meses del año. News Corp también rindió cuentas en el parqué: la compañía propiedad del magnate Rupert Murdoch, ganó 2.233 millones de dólares en el primer trimestre de su año fiscal. Sus títulos reaccionaron con una subida del 1,61% en Wall Street.

El petróleo, la mayor caída en un año

En el mercado de materias primas, fuerte varapalo para el precio del petróleo. El barril de crudo Texas, de referencia en EE.UU. se dejó algo más de un 4%, hasta cambiarse por 84,4 dólares; mientras que su homólogo europeo, el barril de Brent, reaccionaba con un desplome del 3,8%, hasta los 106,8 dólares. En el caso del oro, el descenso fue del 0,4%, hasta los 1.710 dólares la onza. Petróleo y oro se decantaron por las bajadas a pesar de la debilidad del billete verde, que cedió un 0,4% en su cruce con el euro. La moneda única europea partirá mañana desde los 1,276 dólares.

Aunque en el tono negativo de la jornada también influyeron las noticias que llegaban desde Europa. Por una parte, el presidente del Banco Central Europeo, Mario Draghi, advertía de que la crisis ya había llegado hasta la economía alemana, algo que sentó como un jarro de agua fría en el ánimo de los inversores. Por otra parte, la Comisión Europea presentaba unas previsiones muy pesimistas sobre el paro y el déficit de España.

El pesimismo se reflejó en las principales plazas bursátiles del Viejo Continente, donde el Ftse Mib italiano se llevó la peor parte al desplomarse un 2,5%. El Ibex 35 español también se dejó arrastrar por la ola bajista y terminó cediendo un 2,26%. El Cac 40 francés perdió un 1,99%; mientras que el Dax alemán retrocedió un 1,96%. En el caso del Ftse 100 británico, la caída fue del 1,58%.

  

El Nikkei baja 135,74 puntos, un 1,51 por ciento, hasta 8.837,15 puntos


El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró hoy con un ligero descenso de 135,74 puntos, un 1,51 por ciento, y quedó en 8.837,15 unidades.

El índice Topix, que agrupa a todos los valores de la primera sección, cayó 10,36 puntos, un 1,39 por ciento, hasta 735,35 enteros.

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