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miércoles, 24 de marzo de 2010

Prensa 22 de Marzo

La reforma de las pensiones amenaza con dejar en el aire unas 600.000 jubilaciones


El anuncio para reformar las pensiones se ha desinflando como un globo. El Gobierno se ha afanado en los últimos días en rebajar el contenido de su propuesta, si bien el texto de buenas intenciones que ha llegado a ojos de Bruselas recoge tres ideas clave: alargar hasta los 67 años la edad de jubilación, aumentar el periodo de referencia para calcular la pensión y, lo más revolucionario, endurecer el número de años para obtener la ansiada paga de retiro.
Y a partir de ahí, comienza el juego. Aunque lo cierto es que al Ejecutivo se le acaban las opciones para modificar el marco del sistema público de pensiones y agradar, a partes iguales, a la Comisión Europea y los agentes sociales. Y es que las tres vías que está dispuesto a explorar ponen en jaque a los parados de entre 51 y 64 años. Cualquier cambio que les suponga alargar o perfeccionar sus carreras de cotización abre la puerta a una crisis de mayor calado: la de truncar la jubilación de 607.608 de ellos.
Para este grupo ha comenzado la cuenta atrás. Recibir o no la pensión que tenían en mente dependerá de si encuentran en los próximos meses un empleo, que, de entrada, les permita completar los 15 años de cotización mínimos que en la actualidad se requieren para poder cobrar una pensión. Sobra decir que este objetivo será más difícil, en tanto que este umbral se eleve.
Más coercitivo es aún este otro aspecto: según los datos que revela la Muestra Continua de Vidas Laborales, que elabora el Departamento que dirige el ministro Celestino Corbacho, tan sólo el 3% de las personas de entre 50 y más años ha cotizado ya el tiempo suficiente para acceder a su jubilación. Dicho de otro modo: a día de hoy quedarse sin trabajo no supone un problema mayúsculo para los 134.000 trabajadores de esa franja de edad que tienen la doble suerte de haber cumplimentado ya el expediente que les tiende el puente hacia el retiro.
El balance es bien diferente para los 600.000 parados que aquí se mencionan: si la coyuntura no remonta corren el riego de quedarse apartados legalmente del sistema. Los datos del Inem apuntan en esta dirección: de los parados de mayor edad registrados hasta febrero, el 57% tiene “muy baja” o “baja” probabilidad de dar el salto al mundo laboral.

El Ejecutivo está al corriente de esta situación. Ni los populares ni los socialistas habían ahondado en este detalle, hasta que el portavoz del PNV en la Comisión del Pacto de Toledo –el grupo en el Congreso que tiene la tarea de acordar las reformas vinculadas a la Seguridad Social– Emilio Olabarría, advirtió a la Comisión de este efecto pernicioso.
Para el grupo vasco está claro que se deben exigir carreras de cotización más largas, pero en la actual coyuntura esto “dejará a miles de trabajadores y parados nacidos entre 1948 y 1959 sin derecho a una pensión”, en tanto que si se prospera una jubilación a los 67, se retrasará la entrada de los jóvenes al empleo.
La odisea para modificar los usos y costumbres de la Seguridad Social

El pasado febrero, el Ejecutivo abrió la caja de truenos. Y, como era de esperar, salieron relámpagos de todos los frentes. Moncloa está sola en la tarea de cerrar una reforma de pensiones creíble, que consiga arrancar el aplauso de Bruselas. Éstas son las claves para entender la odisea en que se ha convertido este cometido.
•¿Cómo quiere reformar el sistema el Gobierno?

Es una incógnita. En un primer momento, envió a la Comisión un ambicioso programa para reformar el sistema a la europea. Es decir, convertir los 67 años en la edad de jubilación legal, como hacen Alemania y Finlandia, a la vez que flirteó con la opción de ampliar gradualmente los años cotizados para cobrar la pensión y su cálculo. Con estas dos medidas, el gasto en pensiones se recortaría cuatro puntos del PIB, a partir de 2030. El Ejecutivo renegó de su propia propuesta un par de horas después de anunciarla, dada la ira que despertó entre la sociedad.
•¿Qué está dispuesta a negociar la Comisión del Pacto de Toledo?

Los grupos siguen resentidos por el desplante que les hizo el Ejecutivo al presentar sin aviso previo a esta Comisión del Congreso su propuesta de reforma, un guión que, según los propios diputados del PSOE, nunca se había dado. Todos coinciden en que jubilarse a los 67 no es la panacea que resolverá los aprietos financieros de la Seguridad Social.

•¿Qué plazo hay para cambiar los cimientos?

Ninguno. Ni legal ni oficial. Recientemente Trabajo ha sugerido que no hay que apresurarse por reformar el actual modelo de pensiones, ya que queda toda la legislatura por delante. El Gobierno quiere evitar el desgaste político en solitario, así que se amoldará a los plazos que vayan surgiendo en el seno del Pacto de Toledo. Su lema es consenso, consenso, y más consenso. El Ejecutivo no quiere volver a alzar su voz por encima del resto de grupos.
•¿Qué opinan los sindicatos?

Están satisfechos porque el Gobierno ha reculado. Esta misma semana Cándido Méndez afirmaba que “la metamorfosis [respecto al primer texto] puede ser de tal magnitud que no la reconozca ni el padre que la engendró”.
•¿Qué espera Bruselas?

Que España arriesgue y dé un paso al frente. De hecho, tanto la Comisión como la OCDE recibieron con vítores la ambición primigenia del Ejecutivo. Si el ansiado cambio no llega, Zapatero deberá suplir esta carencia con medidas valientes en el terreno laboral.
El cambio

El pasado febrero los sindicatos salieron a la calle para frenar las pretensiones del Ejecutivo. Parece que lo han logrado: se da por hecho que la gran reforma de las pensiones se reducirá a una jubilación voluntaria a los 67. ¿Qué dirá Bruselas?


 
El Congreso retrasa la edad de retiro de los controladores a los 57 años


La Comisión de Fomento del Congreso de los Diputados celebró este domingo la Ponencia del proyecto de ley que regula la organización del trabajo de los controladores aéreos incorporando todas las enmiendas presentadas por el PSOE y CiU, entre ellas las que fijan la edad máxima para el servicio activo en funciones de control de estos profesionales en 57 años y eliminan la posibilidad de hacerlo a petición propia desde los 52 años cobrando el salario base íntegro de 170.000 euros.

Según informaron fuentes socialistas a Europa Press, en la reunión de la Ponencia, celebrada el jueves a puerta cerrada, se acordó incorporar además de las enmiendas del PSOE, todas las de CiU y algunas del PNV y ERC-IU-ICV. Ninguna del PP, que presentó un paquete de enmiendas contra la "privatización o externalización" de los servicios de control aéreo, en contra de lo propuesto por la norma aprobada por el Gobierno a primeros de febrero.
Así, el pacto entre PSOE y CiU, permite extraer del debate en Comisión con competencia legislativa plena de la norma, que se celebrará este miércoles, la cuestión del límite de edad para los controladores ni de las 'prejubilaciones'. Con el acuerdo de la Ponencia, la Cámara Baja ratifica la decisión del Ministerio de Fomento de suprimir durante tres años el derecho de los controladores de acogerse voluntariamente a la situación de licencia especial retribuida, conocida como LER, a partir de los 52 años si reunían ciertas condiciones de tiempo de servicio, y a los 55 años con carácter general.
Además, prevé que esta licencia desaparezca definitivamente si transcurridos esos tres años no hay un acuerdo en el marco de la negociación de los controladores y AENA. En caso de que haya acuerdo el paso a la situación de licencia especial retribuida no será a petición del controlador, sino que se determinará "exclusivamente" por su falta de capacidad psicofísica contrastada. Además, las retribuciones que se pacten respetarán el principio de "sostenibilidad económica y financiera" de AENA.
Asimismo el Congreso resuelve el fleco dejado por el decreto ley aprobado por el Gobierno el pasado 5 de febrero, fijando un límite máximo de edad activa para los controladores que establece en los 57 años, si bien determina que estos trabajadores se sometan a controles continuados y valorar así su capacidad para realizar funciones operativas de control de tránsito aéreo. A esta edad los controladores se retirarían sin poder acogerse a la situación de licencia especial retribuida, pasando a desempeñar otras labores dentro de AENA, que será en función de las cuales se les retribuiría, o a la reserva activa --si el operador de los servicios de control no puede asignarles otras funciones--, con un sueldo que se acordaría en función de la negociación colectiva.
Respecto a los salarios, la retribución se fijará de acuerdo a los acuerdos entre los controladores y AENA, "previo informe favorable del Ministerio de Economía y Hacienda", que partirá de lo que recoge el convenio de 1999, actualizándose para 2010 de conforme con lo que la Ley de Presupuestos Generales del Estado contemplan para el personal al servicio del sector público.
No obstante, para el personal en activo al servicio de AENA a fecha de 5 de febrero de este año --es decir, en el momento en que se aprobó el Real Decreto-- podrá acordarse un "complemento personal transitorio no absorbible por adaptación a la nueva jornada" de 1.750 horas ordinarias anuales. Asimismo, recalca que todo acuerdo que se alcance estará supeditado a los objetivos de navegación aérea del 15% en dos años que plantea la nueva ley y "en ningún caso los podrá poner en peligro".
No obstante, y gracias a las enmiendas de CiU, cuando uno de los nuevos operadores privados previstos por la nueva ley asuma los servicios de control, los controladores públicos "sobrantes" tendrán tres alternativas: aceptar el puesto que les ofrezca AENA, que su contrato "quede extinguido" o quedar "subrogados" en las plantillas de las compañías privadas que asuman la gestión de las torres de control.
Además, la jornada máxima de 1.750 horas ordinarias contemplada en la norma original se rebaja a 1.670, de forma que para alcanzar el tope fijado por el Gobierno se puedan realizar 80 horas extraordinarias, en línea con el Estatuto de los Trabajadores. La norma original ya admitía este número de horas extraordinarias, pero sobreañadidas a las 1.750 horas anuales.


 
Aguas de Barcelona se propone prejubilar al 12% de la plantilla

 
• La firma prevé que dos tercios del ajuste de 194 empleos sea de mayores de 56 años
• El resto de los excedentes, hasta 70, serán formados y recolocados en filiales
Aguas de Barcelona, la concesionaria de Barcelona y 22 municipios del área metropolitana, prevé prejubilar a alrededor del 12% de su plantilla. La firma del grupo Agbar está convencida de que cuenta con suficientes filiales y tradición negociadora para que el proceso de reducción de 194 empleos, en torno al 20% de la plantilla; no sea traumático, según su director, Ciril Rozman. Está previsto que alrededor de dos tercios del ajuste sea con prejubilaciones de mayores de 56 años.
Los implicados cuentan con los derechos consolidados del plan de pensiones de la compañía, lo que les permitirá percibir el 100% del salario, según la empresa. A su vez, el proyecto lleva aparejado un plan para formar al tercio restante de afectados, de 65 a 70, para que puedan ser recolocados en divisiones tecnológicas de la empresa, que son las que demandan personal.
Rozman recuerda que en noviembre ya se selló un acuerdo con los sindicatos para la reforma de las pensiones de la empresa y que también preveía «abordar el redimensionamiento de la plantilla» por los cambios tecnológicos y la modernización de la gestión. El proceso negociador se inició «a comienzos del 2009». Tras los estudios a los que se comprometió la firma, el excedente ha quedado fijado en 194 empleos.
El director de Aguas admite que las protestas sindicales que se han producido en los últimos días pueden deberse «a la normal incertidumbre que se produce cuando hay cambios profundos en una empresa». En cualquier caso está convencido de que el plan se acabará aceptando porque «la posición de la empresa es negociadora y de gran consideración por los temas sociales». Las centrales, en cambio, afirman que la dirección ha amenazado con un ERE si no se aceptan su plan.
FALTA DE FLEXIBILIDAD / Rozman afirma que la carencia de flexibilidad del convenio de la empresa hace que «en la actualidad de produzca un excedente de personal en la actividad regulada, mientras que, a la vez, hay una demanda de personal muy intensa y vacantes en divisiones tecnológicas». Es por ello que hay que acordar cambios con los sindicatos.
La compañía ha aumentado los servicios de oficina virtual por internet, que ha pasado de ninguna visita hace tres años a 150.000 anuales en la actualidad. También se ha tecnificado y optado por la telegestión que, según Rozman, no solo «requiere menos desplazamientos» y personal sino que ofrece «más precisión y una respuesta rápida ante las incidencias». Pone como ejemplo el reventón que se produjo esta semana en la confluencia de la calle Diputació y el paseo de Sant Joan de Barcelona. «A las 10.41, un minuto después de producirse la avería, se mandó por telecomando la orden de reducir la presión del agua en la zona del reventón y, en 20 minutos, ya había un equipo de trabajo».
La reducción del 20% de la plantilla no restará operatividad, afirma Rozman. «Tras el ajuste, los operarios, aunque serán menos, seguirán significando el 40% de la plantilla. En cambio, sí que se rebajará la proporción de administrativos, del 23% actual al 19%, mientras que ganarán peso los técnicos».


 
El Ibex 35 cierra con una bajada del 0,75% y pierde los 11.000 puntos



El parqué madrileño cerró la sesión de hoy con una caída del 0,75%, que provocó que el Ibex 35 perdiera el nivel de los 11.000 puntos, arrastrado por el descenso de la mayoría de los valores del selectivo.

En concreto, el selectivo madrileño terminó la última sesión de la semana en 10.990 puntos, en un jornada marcada por la ausencia de datos macroeconómicos y de vencimiento de opciones y futuros. En los últimos cinco días, el Ibex acumula una pérdida del 0,78%, después de dos semanas consecutivas de subidas.
Ente el resto de las principales bolsas europeas, el Ftse 100 londinense subió un 0,13%, mientras que el Dax alemán y el Cac 40 francés cerraron en negativo, con caídas de 0,50% y 0,32% respectivamente.
El mayor descenso de la jornada de hoy correspondió a ArcelorMittal (-2,12%), por delante de Indra (-1,8%), Banco Santander (-1,76%), Acerinox (-1,76%) y Ferrovial (-1,58%).
En el lado de los ascensos se situaron Telecinco (+2,03%), Inditex (+1,12%), Endesa (+0,43%), Repsol YPF (+0,31%), Iberia (+0,23%) y Técnicas Reunidas (+0,22%)
Del resto de los grandes valores del selectivo, Criteria cerró con una subida del 0,03%, mientras que BBVA (-1,24%), Iberdrola (-0,48%), Popular (-0,44%), Telefónica (-0,42%), Bankinter (-0,42%) y Banesto (-0,36) cerraron en negativo.
En el mercado de divisas, el euro perdía posiciones frente al dólar, y al término de la sesión el cambio entre las dos monedas quedaba fijado en 1,3541 'billetes verdes'.
PERDIDAS SEMANALES.

En el conjunto de la semana, la mayor caída fue la de Grifols, que perdió un 3,53%, seguido de Acciona (-3,42%), Banco Santander (-3,23%), Indra (-2,77%) y Bankinter (-2,74%).
Otros descensos entre los grandes valores fueron BBVA (-2,36%), Banesto (-1,74%), Banco Popular (-0,88%), Telefónica (-0,81%) e Iberdrola (-0,26%). En cambio, cerraron en positivo Repsol (+0,56%), Banco Sabadell (+1,08%) y Criteria (+1,20%)
Por su parte, Telecinco lideró las subidas con un 15,41%, seguida de Iberia (+5,4%), Inditex (+4,70%), OHL (+3,92%), Técnicas Reunidas (+3,82%) y Gamesa (+3,27%).



Wall Street baja el 0,51% con firmes retrocesos en materias primas y energía



La Bolsa de Nueva York avanzaba hoy por una senda bajista y hacia la media sesión el Dow Jones de Industriales cedía el 0,51%, con sólidos retrocesos en los sectores de materias primas y de energía a medida que el dólar se fortalecía.
Ese indicador bursátil perdía 55,17 puntos y se situaba en 10.724,00 unidades, al tiempo que el selectivo S&P 500 descendía el 0,58% (-6,76 puntos), hasta 1.159,06 puntos.
El índice compuesto del mercado Nasdaq retrocedía el 0,91% (-21,81 puntos) y se instalaba en 2.369,47 unidades.
El mercado neoyorquino mostraba una moderada tendencia bajista, después de las ganancias logradas en las sesiones previas de esta semana y en una jornada sin datos relevantes relacionados con la actividad económica en Estados Unidos.
En esta última sesión bursátil de la semana se prevé además un ambiente muy variable debido al vencimiento este viernes de cuatro tipos de contratos de futuros y de opciones sobre acciones.
Los sectores de empresas de materias primas y de energía, con descensos de en torno al 1,3%, tenían una jornada más desfavorable, lo que coincidía una vez más con un fortalecimiento del dólar ante el euro y otras divisas.
Por esa moneda europea se pagaban este viernes 1,3539 dólares, comparado con 1,3609 dólares el jueves, al tiempo que la deuda pública estadounidense a diez años subía de precio, para ofrecer una rentabilidad del 3,66%.
Coca-Cola (1,59%), United Technologies (1,03%) y el fabricante aeronáutico Boeing (0,89%) lideraban un grupo de siete componentes del Dow que se negociaban al alza.
Esa última empresa anunció hoy que acelerará el ritmo de producción de aviones de los modelos 777 y 747, al percibir un crecimiento de la demanda.
En el grupo opuesto se situaba 3M (-2,01%), Amerian Express, Pfizer y Bank of America, que perdían en torno al 1,4% y General Electric, con un retroceso del 1,2% y que junto a las anteriores registraba descensos más agudos que otras empresas en el Dow que se negociaban a la baja.
El barril de crudo de Texas para abril se depreciaba 1,80 dólares y se negociaba a 80,40 dólares en el mercado neoyorquino del petróleo.




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