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viernes, 17 de diciembre de 2010

Prensa 17 diciembre

El Congreso intenta frenar las prejubilaciones como vía de ajuste


Todos los grupos que integran la Comisión del Pacto de Toledo coincidieron ayer en la necesidad de frenar las prejubilaciones de forma que no puedan ser utilizadas por las empresas como vía de ajuste en situaciones de crisis. El escollo principal para el acuerdo sigue descansando en el aumento de la edad legal de jubilación

Los acuerdos no abundan entre los grupos políticos que forman parte de la Comisión del Pacto de Toledo, pero algunos que ya se dan por cerrados son de importancia. Uno de ellos se refiere a la recomendación que se hace al Gobierno para que en el proyecto de ley que reformará el sistema de Seguridad Social se ponga coto a las prejubilaciones como vía para canalizar ajustes empresariales en situaciones de crisis. En ello coinciden todos los grupos que forman parte de la Comisión.

Ayer también se alcanzó un acuerdo para aumentar la base reguladora de la pensión de viudedad cuando esta prestación sea el ingreso principal. La última vez que se planteó un aumento similar, la base pasó del 45% al 52%. Según cálculos no oficiales, los beneficiarios podrían ser dos millones de personas, la mayoría de ellas viudas con ingresos muy bajos.

En lo que sigue sin haber acuerdo es en el aumento de la edad legal de jubilación, que el Gobierno quiere situar en los 67 años. Es más, el diputado del PP Tomás Burgos consiguió ayer colar una coletilla en la recomendación que aborda este asunto para dejar claro que no hay consenso. Esta recomendación quedará, finalmente, redactada en estos términos, según el texto al que ha tenido acceso CincoDías: "La Comisión considera la prolongación de la vida laboral de los ciudadanos como un objetivo necesario y deseable; por ello si el objetivo que nos trazamos es el de aumentar la edad real en la que los trabajadores abandonan el mercado de trabajo y tener en cuenta la evolución de la expectativa de vida después de los 65 años, el conjunto de medidas a adoptar puede ser amplio, buscando la sostenibilidad financiera del sistema de pensiones".

La Comisión del Pacto de Toledo añadirá que considera oportuna la modificación del régimen jurídico de la jubilación para conceder mayor relevancia a la carrera de cotización del trabajador, "en orden a delimitar la cuantía de su pensión, favoreciendo así la aproximación de la edad real a la edad legal de acceso a ella." Al final de este redactado, se hará constar el desacuerdo entre los grupos sobre el aumento de la edad legal más allá de los 65 años actuales.

Otra de las recomendaciones que están todavía en fase de borrador apuesta por reforzar el principio de contributividad, "como elemento básico de preservación de la equidad y del equilibrio financiero del sistema". En ese sentido, prosigue la recomendación, "resulta conveniente avanzar en una mayor adecuación entre la pensión y el esfuerzo de cotización realizado por cada trabajador, medida en la que están avanzando la mayoría de los países de nuestro entorno". En todo caso, la Comisión del Pacto de Toledo sostiene que cualquier cambio en esta materia "deberá aplicarse con la necesaria gradualidad, sin perjuicio del derecho de todo pensionista a optar por acogerse a dicho cambio de manera plena e inmediata, si lo considera conveniente".

Los grupos que forman parte del Pacto de Toledo intentarán llevar el informe definitivo a la comisión parlamentaria el próximo día 27 y dos días después a la discusión en pleno.

El Gobierno se beneficiará de esta redacción tan ambigua a la hora de elaborar su proyecto de ley. De esta forma, intentará superar los principales escollos en su tramitación parlamentaria, una vez haya cerrado la negociación que se propone mantener con sindicatos y empresarios durante el mes de enero.

Las discrepancias entre Trabajo y Economía en algunos de los principales parámetros de la reforma se mantienen, según fuentes solventes.

Trabajo mantiene elevar la jubilación a 67 años

El Gobierno se mantiene firme. Aunque ayer no se llegó a un acuerdo en la Comisión del Pacto de Toledo para recomendar la elevación de la edad de jubilación de 65 a 67 años, el ministro de Trabajo e Inmigración, Valeriano Gómez, insistió ayer en que el Ejecutivo "sigue pensando en que es el planteamiento correcto". Pese a todo, el titular de Trabajo señaló que realizará "todos los esfuerzos" para que el proyecto de ley sobre la reforma de las pensiones se efectúe con el máximo consenso posible en el Congreso y con los agentes sociales.

Con este objetivo, tras la votación de las recomendaciones en la Cámara Baja, el Ejecutivo iniciará negociaciones con sindicatos y patronal, así como con los grupos políticos para intentar alcanzar un acuerdo antes de presentar el proyecto de ley el 28 de enero. A falta por redactar las conclusiones finales, "existe una gran identidad con la propuesta presentada por el Gobierno el pasado 29 de enero", recalcó ayer Gómez en la sede de su departamento.

El ministro defendió que lo "esencial" radica en que la reforma logre el "equilibrio a medio y largo plazo del sistema de pensiones. Este es el objetivo del Gobierno", remachó Gómez. El ministro de Trabajo, acompañado del secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, subrayó que el Gobierno considera necesario alargar la vida laboral. Un aspecto que, a su juicio, es necesario para fortalecer el sistema de pensiones, que en los próximos años afrontará retos financieros y la incorporación de ocho millones de nuevos jubilados.



Así se calcula la pensión en España

 
¿Cómo se determina la pensión pública de los españoles? Las dos variables fundamentales para forjar la cuantía de la pensión de jubilación son el periodo de cotización y las aportaciones realizadas. Dado que en España la afiliación a la Seguridad Social es obligatioria, la carrera de cotización corre paralela a la vida laboral, y las aportaciones tienen una relación directa con el sueldo percibido. Por tanto, para alcanzar la pensión máxima del sistema, 34.526,8 euros al año (2.466,2 euros al mes, por catorce pagas), se precisa una carrera larga y sueldos medio-altos.

Por ley la Seguridad Social proporciona una pensión de jubilación contributiva (que tiene relación directa con la contribución, al contrario que la asistencial, que está garantizada por el Estado) a quien acredite al menos 15 años de cotización y haya cumplido los 65 de edad. Con catorce años y 11 meses sólo se puede recibir la pensión no contributiva, pero pueden alcanzarse los 15 años prolongando la cotización más allá de la edad de jubilación legal. Eso sí: una pensión contributiva lograda con 15 años y un día de cotización puede convertirse en la fórmula con mayor retorno posible, puesto que el Estado garantiza con complementos a mínimos la pensión mínima legal, aunque el cotizante no haya financiado ni la mitad.

Así, con 14 años, 11 meses y 29 días se percibe aproximadamente sólo la mitad de pensión que con 15 años y un día. En concreto, la pensión no contributiva es de 4.755,8 euros al año (339,7 al mes), mientras que la mínima garantizada contributiva es de 8.229,2 euros anuales (587,8 al mes) si el perceptor vive solo, y de 10.152 al año (725,2 al mes) si tiene un cónyuge a su cargo que carece de renta.

Para las contributivas el sueldo es la madre de la cotización. Pero ésta se mueve en una horquilla en función de la categoría profesional del cotizante, sea asalariado o autónomo. La norma obliga a que casi todas las partidas que la nómina recoge como remuneración conformen la base de cotización, con excepciones, como el plus de transporte, y todas las que no tengan relación directa con el desempeño. La base oscila entre los 738,9 euros de mínimo del personal no cualificado y los 3.198 euros al mes de máximo de los licenciados. La aportación resulta de aplicar un tipo de cotización a la base citada, y la conforman las aportaciones del trabajador y de la empresa, que se reparten el esfuerzo: la empresa aporta el 23,6% de la base, y el trabajador el 4,7%. El autónomo aporta todo (28,3%).

En busca de la contributividad

Como la Seguridad Social busca la supuesta contributividad, fija la prestación de jubilación utilizando también la variable tiempo. Así, el retorno en función de los años cotizados se determina en lo que se conoce como la escala de aseguramiento. Tal escala parte de 15 años cotizados (el mínimo exigible), con los que se obtiene el 50% de la base reguladora (es en la práctica la cuantía de la primera pensión). El porcentaje de base reguladora a percibir crece en función de los años cotizados, hasta alcanzar el 100% con 35 años de cotización. En tal circunstancia, base reguladora y pensión son idénticas.

¿Cómo se calcula? Dividiendo por 210 la suma de las bases de cotización del trabajador durante los 180 últimos meses de cotización (sus últimos quince años de vida laboral). Se tomarán los 24 últimos meses por su valor nominal en euros, y los 156 meses restantes por los valores corrientes actualizados con la inflación generada hasta los 24 últimos meses. La inflación a considerar será la registrada oficialmente por Estadística.

Con esta fórmula, la base reguladora sería un 85,7% de la base de cotización; y la pensión (primera pensión) sería el porcentaje de la base reguladora que determine la escala de aseguramiento en función de los años trabajados. En caso de que existiesen lagunas de cotización en los quince años del cómputo, se aplicará la base mínima de su categoría profesional. Dado que es obligado estar en situación de alta en el momento de causar pensión, pueden arrastrarse periodos de desempleo en los últimos años de vida laboral, que cercenarían la cotización y, por ende, la cuantía de la pensión.

¿Qué pasa con los años cotizados por encima de los 35? En teoría se pierden, se le regalan a la Seguridad Social. Pero pueden hacerse valer en caso de jubilación anticipada (antes de los 65 años). En España existe la posibilidad de jubilarse a los 60 años si se registró cotización antes de enero de 1967, o a los 61 para el resto si ha mediado un expediente de crisis en su empresa. En tales casos, la pensión que se determine se reducirá un 8% por cada año de anticipo del retiro sobre los 65 años: 8% si es a los 64; 16% si es a los 63; 24% si es a los 62 años; etc. Pero si el periodo cotizado acreditado supera los 40 años, el coeficiente reductor anual aplicable es del 7%.

La jubilación anticipada es muy común en España. De hecho, el 53% de los jubilados el año pasado lo hicieron con menos de 65 años, y uno de cada cinco, a los 60.



La mitad de las jubilaciones se produce con menos de 65 años


El 49% de las altas por jubilación producidas en el pasado mes de septiembre en el Régimen General de la Seguridad Social corresponde a titulares con menos de 65 años, la edad legal de jubilación en España.

Aunque los partidos políticos no se han puesto de acuerdo en la Comisión del Pacto de Toledo para proponer un retraso de la edad legal de jubilación, ahora en los 65 años, sí hay un consenso generalizado en la necesidad de que, al menos, coincida con la edad real (apenas los 63 años). Y es que el número creciente de prejubilaciones y jubilaciones anticipadas pactadas ha provocado que la brecha entre una y otra llegue a varios años efectivos. Así lo atestiguan los últimos datos con que cuenta la Seguridad Social. Se refieren al mes de septiembre. En este periodo mensual las altas iniciales por jubilación en el Régimen General de la Seguridad Social alcanzaron las 17.735. De este total solo 9.099 se concedieron por parte de la Administración a personas con 65 años o más. Hay otras 8.636 altas (el 48,7%, casi la mitad del total) que han comenzado a percibir su pensión de jubilación en septiembre, con menos de 65 años. De este subtotal un 14% lo han hecho con solo 60 años.

Si en vez del Régimen General nos fijamos en otros específicos como el de Trabajadores del Mar o la Minería del Carbón, este porcentaje de pensionistas por debajo de los 65 años alcanza el 85% y 97%, respectivamente. Las prejubilaciones, sobre todo, en grandes empresas, han sido una práctica habitual en los últimos 30 años (mucho más en épocas de crisis), pese a las críticas vertidas por los diferentes del Gobiernos de turno, especialmente a las que se conceden en sociedades con beneficios. La legislatura vigente no ha sido una excepción, pese al rechazo expresado por el ex ministro de Trabajo Celestino Corbacho y ahora por su sucesor, Valeriano Gómez. Para ejemplo un botón: el pasado miércoles Caja Madrid y sus seis entidades asociadas en el proyecto de fusión virtual (Bancaja, Caixa Laietana, Insular de Canarias y las cajas de Ávila, Segovia y La Rioja) pactaron con los sindicatos la prejubilación de 3.300 empleados, con 55 años o más.

Las jubilaciones anticipadas y las prejubilaciones son solo dos factores de los múltiples que dificultan las sostenibilidad de las pensiones a medio plazo. El principal de ellos es el envejecimiento de la población, que provocará que dentro de 20 años haya varios millones de jubilados más en el país. La tasa de dependencia (población mayor de 65 años en relación a la que está en edad de trabajar) pasará del actual 23,2% al 54,7% a mediados de siglo, en ausencia de reformas, según recalcan expertos como Analistas Financieros Internacionales (AFI). Entonces habrá un afiliado por cada pensión frente a los 2,11 vigentes.

Pero hay otros factores que tampoco deben minusvalorarse. Entre ellos está el desfase creciente entre el pago de una pensión media de jubilación y el de las últimas en llegar al sistema. Según los datos de la Tesorería General de la Seguridad Social, la cuantía de la pensión de los que se incorporaron al sistema en septiembre pasado ascendió a 1.235 euros al mes, una cifra que supera con creces los 884 euros al mes de la pensión de los que abandonan el sistema (un 47,9% más). Eso quiere decir que el gasto en pensiones está creciendo a ritmos exponenciales (el Estado se gasta ya cada mes más de 8.000 millones para el pago de todas ellas) mientras que el ritmo de crecimiento de los ingresos por cotizaciones es francamente menor, de apenas el 2,9% (previsión para 2011).

Sistema mixto

AFI sostiene que el sistema público de pensiones entrará en déficit dentro de diez años (en 2020) y para mediados de siglo acumulará una deuda similar al PIB, de no aprobarse una reforma profunda del sistema como la que está en fase de estudio por el Gobierno. Entre los cambios propuestos por Trabajo, se encuentra el de elevar la edad legal de jubilación de 65 a 67 años y penalizar las prejubilaciones. Desde el sector privado se anima al Ejecutivo a crear un sistema público mixto de pensiones a través de aportaciones voluntarias del trabajador que complementen su prestación. Esta alternativa, ha quedado en el cajón. Al menos, por el momento.

La 'hucha' rozará los 70.000 millones en 2011

La economía española cuenta desde el año 2000 con el Fondo de Reserva de la Seguridad Social, conocido como la hucha de las pensiones, que se nutre del superávit que arrojan las cuentas de la Seguridad Social. En la actualidad este fondo tiene una dotación de 64.000 millones de euros y llegará al año que viene hasta los 70.000 millones.

Este instrumento está pensado como un colchón monetario para cubrir el pago de las pensiones en caso de que el sistema incurra en déficit, es decir, que los pagos que tenga que hacer frente la Seguridad Social sean superiores a los ingresos que reciba, entre otros, de las cotizaciones sociales, de los ingresos patrimoniales o de los intereses que renten sus inversiones.

A finales de este año, la hucha de las pensiones cerrará con unos activos de 64.000 millones, a lo que habrá que añadir los 3.456 millones incluidos en los Presupuestos de 2011, con lo que llegará a 67.000 en 2011. A esa cifra habrá que añadirle los rendimientos de la inversión de ese fondo en deuda pública, lo que reportará 2.463 millones adicionales. La suma de todo lleva a la cifra de 70.000 millones.

Unos fondos que, en un principio, deberían empezar a usarse en 2025, según una primera estimación del Ministerio de Trabajo, que posteriormente fue rebajada hasta 2022. Esta fecha es corroborada por los expertos que realizaron un informe para la patronal de seguros Unespa, entre los que se encuentra el ex ministro de Economía y presidente de Caja Madrid, Rodrigo Rato.

Ese adelantamiento de la teórica situación de déficit de la Seguridad Social se produciría por el envejecimiento de la población (una de cada tres personas tendrá más de 65 años para esa fecha) y el recorte del superávit de la Seguridad Social, que cerrará este año con un excedente de solo 4.000 millones, la mitad del registrado en 2009. En caso de que haya que tirar del Fondo de Reserva, la dotación actual solo cubriría nueve meses, ya que el coste mensual por pensiones es de 8.000 millones, informa C. Molina.

La fecha

2020 es el año en el que el sistema público de pensiones entrará en déficit, según los cálculos realizados por AFI, en ausencia de reformas.

 

El tiempo medio de recolocación se reduce casi en un mes en la primera mitad de 2010


El tiempo medio de recolocación de los parados que cursan una nueva formación se ha reducido casi en un mes en los seis primeros meses del año, al pasar de los 7,2 meses de media que se empleaban en 2009 a los 6,3 de la primera mitad de 2010, según la consultora de recolocación de Adecco, Creade Lee Hecht Harrison.

La escalada del paro y el miedo a agotar las prestaciones contributivas llevan a los desempleados a tratar de reorientar su carrera profesional, que deciden buscar una alternativa en el mercado de trabajo "mucho antes", ya que creen que existe una competencia creciente, según la directora de la consultora, Nekane Rodríguez.

En concreto, el tiempo medio de recolocación en los programas individuales se situó en los 6,9 meses, que mantiene la tendencia de 2009, cuando se tardaba en encontrar trabajo una media de siete meses.

Mientras, los recolocados que participaron en programas grupales rebajaron a 5,7 meses su tiempo de recolocación, frente a los 7,4 meses de 2009. Pero además este colectivo, por primera vez, experimentó una recolocación más rápida que los parados que participaron en programas individuales.

Por edades, los parados con menos de 35 años se erigieron como el grupo que más rápido se reenganchó al mercado laboral, seguido de aquellos con edades comprendidas entre los 35 y los 45 años. Así, el 76% de los candidatos de programas individuales y el 72% de grupales consiguieron su objetivo en un plazo inferior a seis meses.

Por su parte, el 60% de los desempleados con edades entre 35 y 45 años que participaron en programas individuales y el 61% que lo hizo en programas individuales se recolocaron en menos de medio año. Los desempleados mayores de 54 años se muestran "especialmente abiertos" a trabajar como profesionales independientes o flexibles, en cuanto a condiciones salariales, contractuales y de jornada se refiere.

Recolocaciones por sectores

En cuanto al destino de las recolocaciones, el sector más estricto sobre la procedencia del candidato es el de servicios, puesto que un 71% de los participantes en programas individuales y un 86% de los grupales consiguen un nuevo trabajo en este mismo sector.

Sin embargo, el sector del gran consumo y la distribución es el que más trabajadores despedidos de otras ramas acoge, que asciende al 64% en el caso de los programas individuales.

Por último, un 32% de los participantes en programas individuales y un 27% de los grupales lograron encontrar un nuevo trabajo con un salario igual o mayor al que percibía en su anterior puesto.



Basilea III exige a la banca 602.000 millones de capital extra


El Banco de Pagos Internacionales (BIS) hace números. Las 263 principales entidades del mundo necesitarían ampliar capital en 602.000 millones de euros si la nueva norma de capital (Basilea III) entrara en vigor de golpe. Si dedicaran un 60% del beneficio a este fin, tardarían cinco años en cumplir el texto.

Las entidades de crédito empiezan a conocer el potencial impacto de Basilea III. El Banco de Pagos Internacionales (BIS) ha sondeado, con datos de 2009, los efectos sobre 263 entidades, divididas en dos categorías: grandes firmas internacionales (94) y otros bancos (169).

La ratio de solvencia Tier 1 de los grandes conglomerados escrutados se situaría en el 5,7% de media, frente al requisito mínimo del 4,5%. Las firmas restantes anotarían una ratio de solvencia media del 7,8%, según las estimaciones del BIS. Es decir, ambos bloques cumplirían este primer requisito.

Pero una de las novedades que incorpora Basilea III frente a la norma de solvencia precedente es la constitución de unos colchones anticíclicos de capital que elevan las exigencias de solvencia en dos puntos y medio porcentuales. Es decir, hasta el 7%. Y es este matiz el que habría disparado las necesidades de capital de la banca si la norma entrara en vigor de golpe, en lugar de aplicarse el periodo transitorio de siete años establecido. El BIS calcula que las grandes entidades necesitarían recabar 577.000 millones de euros. El segundo grupo tendría un déficit de 25.000 millones.

El primer lote cosechó unas ganancias ese ejercicio de 209.000 millones, y el segundo de 20.000 millones. Por eso, "asumiendo que retuvieran un 60% de sus ganancias la remuneración al accionista de bancos española ronda hoy el 50%, el agujero de capital quedaría cubierto en cinco años", explicaba ayer a Arturo de Frías, responsable de investigación bancaria en Evolution Securities.


 
La inflación se mantuvo en el 1,9% en la zona euro


La inflación interanual en los países del euro permaneció estable en noviembre en el 1,9%

La inflación interanual en los países del euro permaneció estable en noviembre en el 1,9%, según los datos provisionales difundidos hoy por la oficina comunitaria de estadística, Eurostat.

España superó en noviembre la media europea con una tasa interanual de inflación del 2,2%, una décima menos que la registrada en octubre, según los datos del IPC armonizado europeo (HICP).

En términos mensuales, la inflación fue positiva tanto en los países de la moneda única (0,1%) como en España (0,5%).

En el conjunto de la Unión Europea, la inflación interanual en noviembre también se mantuvo sin cambios, en el 2,3%, mientras que la mensual se situó en el 0,2%.



El Ibex 35 cierra plano y consigue salvar de nuevo los 10.000 enteros

 
El parqué madrileño ha cerrado plano la sesión, lo que ha permitido al Ibex 35 salvar por sexta sesión consecutiva la cota de los 10.000 puntos, en una jornada muy volátil, marcada de nuevo por la caída de los bancos, que ha logrado contrarrestar la subida de Iberdrola (+1,16%) y Telefónica (0,2%).

Por el contrario, Banco Popular se dejó un 1,46%, seguido de Banesto (-0,97%), Bankinter (-0,49%), BBVA (-0,41%), Banco Sabadell (-0,35%) y Banco Santander (-0,09%). Entre los descensos también se situaron Sacyr Vallehermoso (-2,56%), Mapfre (-1,26%) y Repsol YPF (-0,81%).

Las subidas las protagonizaron Acerinox (+2,62%), Iberdrola Renovables (+2,18%), Enagás (+0,76%), Gamesa (+0,46%), Telecinco (+1,21%), Gas Natural (+0,52%), REE (+0,49%), Acciona (+0,22%) y Abertis (+0,11%).

Las dudas de los inversores aún no se han disipado y el selectivo se ha motivo entre las pérdidas y las ganancias con frecuencia durante toda la jornada. Finalmente, el tono positivo de Wall Street ha permitido al Ibex salvar por la mínima la cota de los 10.000 enteros, aunque la confianza de los inversores aún es débil, ante la posible rebaja del "rating" por parte de Moody"s.

Asimismo, las decisiones adoptadas en Europa también han contribuido a calmar los nervios del mercado. En concreto, el consejo de gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha decidido aumentar su capital suscrito en 5.000 millones de euros para hacer frente al riesgo de pérdidas de la compra de bonos y el Parlamento Europeo ha aprobado la emisión de bonos conjuntos.

En Europa, los principales indicadores han cerrado la sesión de forma dispar, ya que París ha repuntado un 0,21%, seguido de Francfort (+0,11%), mientras Lisboa ha cedido un 0,71% y Londres, un 0,02%.

En el mercado de divisas, el euro mantiene posiciones frente al dólar y al cierre de la sesión bursátil el cambio entre las dos monedas quedaba fijado en 1,3206 unidades.



Wall Street cierra a su nivel más alto en dos años


Los buenos datos macroeconómicos y empresariales en Estados Unidos lograron impulsar el ánimo comprador en Wall Street, que cerró a su nivel más alto desde septiembre de 2008, antes de que estallase la crisis financiera. Aunque el principal indicador de los mercados neoyorquinos selló la jornada con un moderado ascenso del 0,36 por ciento, ese avance le sirvió para cerrar a 11.499,25 puntos, su nivel más alto desde el 8 de septiembre de 2008.

También alcanzó un máximo de dos años el selectivo S&P 500 al subir el 0,62% y cerrar a 1.242,87 enteros, en lo que el índice compuesto del mercado Nasdaq subió un 0,77%, para acabar a 2.637,31 puntos. Desde primera hora de la mañana los inversores conocieron los positivos resultados empresariales de FedEx, la mayor compañía del mundo especializada en mensajería urgente, que reveló una ganancia de 663 millones de dólares durante su primer semestre fiscal, el 26% más con respecto al mismo periodo del año anterior.

La firma, que cerró la jornada con un ascenso del 1,98%, detalló que en ese período se benefició de una "sólida demanda", por lo que su facturación aumentó el 15%, hasta 19.089 millones de dólares, e indicó que la actividad que registra en esta época navideña está sobrepasando sus expectativas. Además la compañía aumentó su previsión de beneficios para el conjunto del año fiscal, para cuando espera una ganancia neta de entre 5 y 5,3 dólares por acción, frente a los entre 4,8 y 5,25 dólares previstos antes.

Los inversores recibieron con optimismo esa noticia, que se unió a la publicación de buenos datos macroeconómicos en este país, al igual que en la jornada anterior. El miércoles, los inversores conocieron que la producción industrial en Estados Unidos subió un 0,4% en noviembre y que el índice de precios de consumo (IPC) aumentó tan solo un 0,1% en ese mismo mes, aunque no se dejaron llevar por esos positivos datos.

Sin embargo, este jueves la continuidad de buenas noticias sí que caló en el ánimo inversor. Una de ellas era la de la cifra semanal de solicitudes por desempleo en Estados Unidos, que disminuyó en 3.000 y se ubicó la semana pasada en 420.000, el segundo nivel más bajo en este año. Otra de esas noticias era el aumento del 3,9% del ritmo de construcción de casas en este país, el primer incremento en tres meses, informó el Departamento de Comercio.

Una hora antes del cierre de la sesión llegó la noticia que moderó las ganancias en Wall Street: la Reserva Federal estadounidense (banco central) está estudiando la posibilidad de limitar las comisiones que los emisores de tarjetas de crédito pueden cobrar por transacción. Esa noticia provocaba que las acciones de Visa y MasterCard se desplomasen, con caídas del 12,67% y el 10,32%, respectivamente.

También se vio afectada por esa noticia la compañía American Express, que cerró con un descenso del 3,36% una sesión en la que había informado de que se ha hecho con la empresa de análisis de mercado Loyalty Partner por 660 millones de dólares. Por otra parte, los inversores estuvieron pendientes de que el Congreso de Estados Unidos aprobase la prolongación por dos años de los recortes tributarios de la era Bush, aunque finalmente Wall Street cerró sin que se produjera la reunión al respecto. Después del cierre se conocieron también los resultados de Oracle, el segundo mayor fabricante de software del mundo, que había sellado la jornada con un descenso del 0,72%.

Por contra, en las contrataciones electrónicas posteriores al cierre la empresa subía un 4,56%, ya que informó de que ganó 3.223 millones de dólares durante su primer semestre fiscal de 2011, lo que supone un avance del 25% respecto del mismo periodo del año anterior. En otros mercados, el oro bajó hasta los 1.370,4 dólares por onza, el petróleo bajó a 87,7 dólares por barril, el dólar se debilitó -por un euro se pagaban 1,3238 dólares-, y la rentabilidad de la deuda a diez años bajaba al 3,43%.



El Nikkei termina en tablas tras una sesión sin incentivos


La Bolsa de Tokio cerró hoy prácticamente sin variación al término de una jornada con escasos incentivos, en la que los inversores continuaron atentos a las señales de recuperación de la economía de EEUU.

El selectivo Nikkei concluyó con un descenso de 7,46 puntos, un mínimo 0,07%, y quedó en 10.303,83 puntos, mientras el Topix, que agrupa a todos los valores de la primera sección, se dejó 0,70 puntos, también un 0,07%, hasta 903,14 enteros.

Las ganancias estuvieron lideradas por el sector bancario, aseguradoras e inmobiliario, al tiempo que las pérdidas se concentraron en el sector mayorista, el de información y comunicación y el de productos petroleros y de carbón.

El mercado tokiota apenas ha sufrido cambios desde el miércoles, tras una racha de subidas que la llevó a su nivel máximo en siete meses.

El dólar se movió hoy en la banda alta de los 83 yenes, mientas el euro lo hizo en la de las 111 unidades frente a la moneda local.

"El hecho de que la economía de EEUU se mantenga en la senda de la recuperación en un gran factor para respaldar el mercado. También el dólar se está manteniendo ante el yen", indicó Toshikazu Horiuchi, analista de Cosmo Securities, a la agencia Kyodo.

Las acciones inmobiliarias terminaron con subidas notables un día después de que el Banco de Japón adquiriera fondos de inversión inmobiliaria por primera vez como parte de su programa para estimular la economía.

Entre las subidas destacó la del grupo inmobiliario Nomura Real Estate, que terminó con un fuerte avance del 10%.

También subieron los títulos del sector financiero, como el grupo bancario Sumitomo Mitsui, líder del día en valor, que sumó un 1,2%, y el grupo Mizuho Financial, líder en volumen, que se revalorizó un 2%.

Entre los exportadores destacó la subida del grupo electrónico Sharp, que se apuntó un 2,5% en medio de informaciones sobre una nueva línea de producción de pantallas LCD de tamaño pequeño y medio que el grupo Apple podría adquirir para su iPhone.

El operador de telefonía NTT Docomo avanzó por su parte un 0,6% tras anunciar que recomprará un 0,38% de sus acciones ordinarias en el mercado abierto.

En la primera sección ganaron terreno 757 valores, mientras 736 terminaron en negativo y 172 lo hicieron sin variación respecto a la víspera.

El volumen de negociación fue de 2.057,45 millones de acciones, ligeramente por encima de los 2.021,51 millones de títulos que cambiaron de manos el día anterior.

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