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lunes, 12 de marzo de 2012

Prensa 12 marzo

España destruye el 13% del empleo en la crisis mientras avanzan los salarios y los precios


Las empresas españolas necesitan recuperar competitividad dentro y fuera del mercado nacional. Los datos y los expertos apuntan que la única vía posible de mejorar su posicionamiento en el mercado a corto plazo es bajando los precios, una vez agotado el ajuste vía destrucción de empleo y rebaja de salarios. Durante la crisis la economía española ha destruido el 13% de su empleo en cuatro años, al tiempo que ha acumulado un alza de precios y salarios del 12%.

¿Cómo salimos de la crisis? Es la pregunta del millón y pocos son los que se aventuran a dar una respuesta. Hasta ahora políticos, economistas o analistas de mercado repetían insistentemente una solución: reformas, reformas y reformas. Pues bien, España ya las ha hecho: ha reformado el sistema financiero y el mercado de trabajo; y mucho antes había hecho una reforma laboral de facto, ajustando los costes de sus empresas vía destrucción de empleo, con la pérdida de 2,5 millones de puestos en cuatro años, que es la mayor devaluación del coste laboral que se puede hacer. ¿Y ahora qué?

Además de estas reformas, el Gobierno ha lanzado oportunos mensajes de presión al sector bancario para que empiece a fluir el crédito a empresas y familias. El último, la pasada semana, en unas jornadas organizadas por Bankia y El País, donde el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, formuló esta petición a un nutrido grupo de representantes del sector financiero, ante la presencia de la cúpula económica del Ejecutivo.

Los responsables gubernamentales saben que las reformas por sí solas no arreglan la actividad. Así lo ilustra el economista César Molinas, que cuenta en uno de sus artículos la siguiente anécdota: un analista le estaba explicando a George Soros las bondades de las reformas económicas cuando el financiero le interrumpió y le preguntó: "Oiga, joven, todo eso está muy bien, pero ¿va a haber crédito?" "Ah, pues no, crédito no", respondió el analista. "Pues, entonces, no siga: la economía no va a crecer", replicó Soros.

Hechas las reformas e instado el restablecimiento del crédito, queda que las empresas logren vender sus productos, lo que significaría que se recupera la demanda interna, que es el principal motor de la actividad en España, y, con ello, también el empleo empezaría a despegar. Pero para que se produzca esta ecuación, los expertos empiezan a hablar de la necesidad de bajar los precios con el objetivo de atraer al consumidor, es lo que se conoce como devaluación interna, ante la imposibilidad de ejercer este abaratamiento de los costes devaluando la moneda.

Y es que en contra de lo que pudiera esperarse en una situación de recesión y recorte masivo de empleo, durante los últimos cuatro años en los que la crisis ha azotado duramente a España, la economía ha acumulado un aumento de los precios del 12% y algo similar ha ocurrido con los salarios, al tiempo que se ha destruido el 13% de todos los puestos de trabajo. Desde 2010, los costes laborales y fundamentalmente los salariales, que no parecía que se hubieran visto afectados en 2008 y 2009 al inicio de la crisis, ya han comenzado a moderarse, e incluso a recortarse en muchos casos.

Contención del coste laboral

Según el desglose de la composición del crecimiento del deflactor del PIB (que fue del 1,4% en 2011) se observa cómo la presión de los beneficios empresariales supuso un 2,4% de este avance, mientras que en términos negativos la remuneración de los asalariados le ha restado un 0,8% y el coste laboral unitario, un 0,9%.

Por eso, estos mismos expertos consultados empiezan a apuntar que la vía del ajuste para recuperar la competitividad ya no puede basarse solo en la bajada de los costes salariales, sino también se hace necesario acortar los márgenes empresariales, que están siendo, de momento, los mejor parados, según las cifras macroeconómicas.

"La moderación salarial no se está traduciendo en una caída de los precios", explica Ángel Laborda, director de coyuntura de la Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas), para quien "los beneficios de las empresas están creciendo una barbaridad (el 6,6% en 2011) y los precios, sin embargo, no están cayendo tanto porque estos márgenes empresariales no se moderan". Así, insiste en que si los beneficios empresariales no aumentaran de la forma en que lo hacen, los precios podrían incluso caer, no solo moderarse.

Si bien Laborda matiza que quizás este incremento de los excedentes empresariales no sea tan abultado, debido a cuestiones técnicas de su medición por la Contabilidad Nacional. Dicho esto, defiende que aunque la realidad arrojara un menor avance de los beneficios, seguiría existiendo margen para bajar los precios por esta vía.

El economista Miguel Ángel García, del gabinete técnico de Comisiones Obreras, asegura que para crear empleo de forma inmediata solo existen dos caminos: mejorar la calidad de los productos o abaratar sus precios. La primera es imposible conseguirla en el corto plazo, por lo que solo queda la citada devaluación de costes.

"Los precios en España deben crecer menos que en Europa, donde las empresas realizan el 66% de los intercambios comerciales", asegura García. Por eso, destaca el valor del II Acuerdo de Negociación Colectiva 2012-2014 firmado por la patronal y los sindicatos y que recogía un compromiso para que las empresas compitieran vía precios (moderando salarios y beneficios).

Efectos de la reforma laboral

"Para alcanzar la recuperación económica, el crecimiento moderado de las rentas y de los precios constituyen elementos clave para conseguir ese objetivo", indica este acuerdo de los agentes sociales. Y continúa: "Junto a la moderación de las retribuciones, las empresas deben proseguir y acentuar sus esfuerzos en materia de innovación, calidad e internacionalización de sus productos y servicios. La recuperación de los márgenes económicos debe servir al aumento de las inversiones en instalaciones y la mejora de la formación del personal y la gestión empresarial".

Sin embargo, para García esta filosofía del acuerdo de negociación colectiva "la ha roto la reforma laboral, porque solo garantiza la posibilidad de bajar los salarios y no hace nada para controlar el resto de las rentas, confiando en que todos los empresarios serán buenos".

Es más, otras fuentes sindicales aseguran que la reforma ha dado al traste también con el compromiso de los sindicatos para contener los salarios.

Cierto es que el Gobierno poco puede hacer para lograr que los empresarios acorten sus márgenes de beneficios para ser más competitivos. Pero siempre queda el mensaje a la opinión pública y la posibilidad de generar un clima de demanda de bajada de precios.



Empleo incumple los plazos de la reforma para reglamentar los despidos colectivos


Un mes después de aprobada la reforma laboral, el Gobierno debía tener listo y publicado un decreto que regulara los procedimientos a seguir en los despidos colectivos. También la Comisión Consultiva Nacional de Convenios Colectivos (CCNCC) tenía que contar con otro decreto al que atenerse en su nuevo papel de árbitro final en los conflictos laborales sobre incumplimientos de convenios. El plazo se cumplía ayer y el BOE no ha publicado ninguno de los dos decretos.

Dice la reforma laboral que cuando una empresa encadene tres trimestres de caídas de ingresos podrá abrir un expediente de regulación de empleo y despedir una parte sustancial de su plantilla, reducir temporalmente la jornada y el sueldo de los trabajadores o mandarles al paro durante un tiempo limitado. Lo que no aclara la reforma es cómo se tiene que acreditar esa bajada en la facturación. De hecho, del Estatuto de los Trabajadores ha desaparecido la frase “la empresa tendrá que acreditar los resultados alegados […]” y se ha sustituido por “se entenderá que la disminución de ingresos es persistente si se produce durante tres trimestres consecutivos”.

¿Qué supone este cambio? ¿Servirá que el departamento de contabilidad elabore un informe? ¿Harán falta las cuentas trimestrales? ¿Tendrán que ir acompañadas de un informe de un auditor externo? ¿Cómo lo acreditará una empresa que solo tiene la obligación de elaborar un balance anual o que no cotiza en Bolsa y no presenta cuentas cada tres meses? ¿Hará falta más documentación?

Todas estas preguntas -“la información a facilitar a los representantes de los trabajadores”, como la define el texto de la reforma- tenía que responderlas el reglamento que debería haberse publicado hoy a más tardar. De momento, no hay respuestas.

La necesidad de este reglamento se acentúa si al cambio en las causas económicas para justificar los despidos procedentes (los que contemplan una indemnización de 20 días por año trabajado con un límite de 12 mensualidades) se suma la eliminación de la autorización administrativa en las regulaciones de empleo. Hasta ahora, si un ERE llegaba pactado entre el empresario y los trabajadores a la autoridad laboral, ésta tenía la obligación de darle el visto bueno, pero si no había acuerdo tenía la última palabra. Ahora, si no hay pacto, prevalece la decisión del empresario.

El Ministerio de Empleo explica que han decidido retrasar la aprobación de los dos decretos hasta después de la tramitación parlamentaria de la reforma y señala que estas demoras son habituales. Eso fue cierto con la reforma laboral de 2010, cuando el reglamento sobre los ERE se aprobó en junio de 2011, aunque entonces el decreto ley no establecía plazo alguno. De momento, dicen, publicarán esta semana una orden ministerial que aclare la tramitación de los despidos colectivos. No obstante, hay que tener en cuenta que una orden ministerial tiene un rango legal inferior al de un decreto, aprobado en Consejo de Ministros, vía por la que se tramitaron tanto el reglamento de ERE vigente como la reforma laboral.

También tendría que haber visto ya la luz el decreto que regula el nuevo papel de la Comisión Nacional de Convenios Colectivos. La reforma le ha convertido en el juez final –si el conflicto laboral es de ámbito autonómico, entonces asume la tarea un órgano equivalente- cuando una empresa en dificultades intenta incumplir un convenio, no consigue acordar con los representantes de los trabajadores y no hay un arbitraje previsto y pactado previamente en la negociación colectiva.

Ante esta ausencia, hoy podría llegar al caso, hipotético, de que se hubiera dado un enquistamiento en un descuelgue, como se conoce técnicamente a estos procesos, y se hubieran agotado todos los plazos legales (se puede llegar hasta los 22 días). En ese caso, la Comisión consultiva de convenios no tendría un decreto que le dictara su nuevo papel.

No obstante, hay que tener en cuenta que sobre esta medida de la reforma laboral hay muchos expertos que señalan su inconstitucionalidad. En 1981, el Tribunal Constitucional dictó que se ajusta a la ley obligar a sindicatos y empresarios a someterse a un árbitro obligatorio. Basándose en esta sentencia catedráticos de Derecho del Trabajo, abogados, jueces, sindicatos e, incluso, en algunos ámbitos patronales apuntan que esta duda podría solucionarse en la tramitación parlamentaria para ajustarse a la Constitución.



El sistema de pensiones tuvo un desfase de 530 millones en 2011


La Seguridad Social confirmó ayer que, por primera vez desde 1999, los gastos del sistema de pensiones superaron a los ingresos al término del ejercicio anual, lo que provocó un desfase en las cuentas de 531,63 millones de euros. Esta cifra contrasta con los 2.443,44 millones de saldo positivo de 2010.

Los ingresos del sistema público de pensiones sufrieron el envite de una crisis marcada por las elevadas tasas de desempleo: la recaudación cayó un 2,94% (al recibir 119.542,49 millones de euros), mientras que las cotizaciones disminuyeron un 0,13%, según informó ayer el Ministerio de Empleo y Seguridad Social, que destacó que la previsiones manejadas por el Ejecutivo socialista no fueron «coherentes» con la «dureza» del ciclo económico.

Como ya adelantó el Ministerio de Hacienda, el conjunto de administraciones de la Seguridad Social cerró con un déficit de 995 millones de euros en 2011, lo que equivale a un 0,09% del Producto Interior Bruto (PIB) y supone una desviación del 0,49% con respecto al objetivo previsto por la anterior Administración. De esta cifra, al sistema de pensiones le correspondió un agujero del 0,24% del PIB, mientras que al Fondo de Garantía Salarial, del 0,09% del PIB. El Servicio Público de Empleo Estatal, por su parte, logró un superávit del 0,23% por el exceso de fondos transferidos desde el presupuesto estatal.



Méndez: nunca ha habido "tantas razones" para una huelga


El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha defendido que nunca ha habido "tantas razones" para una huelga general ya que, como ha señalado, la reforma laboral aprobada por el Gobierno es "lesiva" para los trabajadores y, por lo tanto, no ha habido "otra alternativa" que convocar el paro.

Méndez ha explicado que la huelga general no debe interpretarse como una "confrontación" contra el Gobierno, sino como un derecho democrático ante la "absoluta disconformidad" que provoca la reforma laboral.

Méndez, que ha participado este sábado en los actos conmemorativos del centenario de la constitución de la Casa del Pueblo de Burgos, ha asegurado que la reforma laboral "no tiene precedentes" en España, tanto por su "dureza" como por la "brutalidad" de las medidas que contempla. "Todos los trabajadores pierden, nadie gana en el ámbito de las clases obreras", ha aseverado Méndez, antes de añadir que "está en juego el futuro de la sociedad española".

En este sentido, ha insistido en que la convocatoria de huelga se ha acordado cuando "no quedaba otra alternativa" y después de que el Gobierno central hubiese rechazo el acuerdo laboral planteado por las organizaciones sindicales y se hubiese planteado la "destrucción" de empleo.

Por ello, pese a lo "difícil" de la decisión, ha calificado la convocatoria como "justa" y "necesaria", a la vez que ha confiado en que sirva para que la sociedad y los trabajadores protesten contra las medidas y defiendan las "alternativas" existentes. Respecto a la próxima reunión planteada con el Gobierno el próximo lunes, ha señalado que desde UGT no se espera "ningún resultado", sino la misma postura que en los anteriores encuentros.



Sólo el 10% de los parados hace algún curso de formación o de inserción laboral


La Encuesta de la Población Activa (EPA) del último trimestre de 2011 indica que de los 5.300 desempleados que hay en España, sólo 518.100 están cursando algún curso de formación profesional o inserción laboral, lo que supone tan sólo el 9,82% de los parados. Los datos no son mucho más optimistas si la fotografía se hace teniendo en cuenta los parados que han decidido aprovechar su inactividad laboral para hacer algún curso, sea universitario, de doctorado, de primaria o secundaria. En este caso, del total de parados, menos del 18% están aprovechando la situación del paro para estudiar o mejorar su formación. Dos de cada tres desempleados que están estudiando, son jóvenes menores de 34 años.

La EPA de este cuarto trimestre de 2011 indica que de los 5,3 millones de personas que se declaran en paro en el mercado de trabajo, 518.100, el 9,82% están matriculados en algún curso de educación secundaria, de formación profesional o programa de inserción laboral, sea reglado o no.

La EPA se refiere a personas que tienen voluntad de buscar trabajo y no la encuentran, por tanto no incluye a los estudiantes que por su edad están matriculados en algún curso y por tanto forma parte de su itinerario formativo individual.

El porcentaje de estos parados que están estudiando formación profesional o algún curso de inserción laboral era ligeramente superior en las cifras de la EPA del cuarto trimestre de 2010. Así, hace un año, de los 4.697 millones de parados que había en España, 503.200 estaban haciendo alguno de estos cursos de inserción laboral, cifra que representaba el 10,71% del total de los parados.

''Desánimo'' generalizado

Josep Oliver cree que este bajo número de personas que está cursando algún curso de formación profesional o de inserción viene condicionado por diferentes motivos, pero destaca el'' desánimo'' que se produce entre la población ante la falta de perspectivas de encontrar trabajo , aunque está bien formada.

Los motivos que hacen que haya pocos parados haciendo cursos de formación de inserción tienen diferentes orígenes. Por un lado, hay que tener en cuenta que la gente joven, en edad de trabajar, retrasa su incorporación al mercado de trabajo porque después de observar las dificultades de encontrar un trabajo, opta por terminar sus estudios de secundaria. Esto hace que el censo de jóvenes en el mercado de trabajo se reduzca y por tanto haya menos número de personas por matricularse en cursos de inserción.

Este'' desánimo'' a retrasar la entrada al mercado de trabajo debe verse como una consecuencia positiva porque supone acabar los estudios y mejorar el nivel de formación y aprendizaje.

El segundo efecto de este'' desánimo'' generalizado se produce entre las personas que ya llevan mucho tiempo en paro sin encontrar trabajo. Estos parados puede ser que hayan hecho ya algún curso de formación y reciclaje profesional y sin embargo siguen sin encontrar trabajo. Esta realidad contagia el'' desánimo'' en el entorno y hace que los parados que tenían intención de matricularse en algún curso para encontrar un trabajo no lo hagan ante las nulas perspectivas de ser contratados.

Los parados observan que a pesar de estar bien formados y cualificados no encuentran trabajo, aunque buscarla con intensidad.

Si se va un poco más al detalle de los datos de la EPA, la estadística dice que de estas 518.000 personas que están estudiando algún curso de formación o de inserción laboral, el 39% tienen menos de 24 años y el 28 % entre 25 y 34 años. Estas cifras suponen que el 67% de las personas que están realizando algún curso de inserción laboral tienen menos de 34 años. Es decir, dos de cada tres personas que están matriculadas en alguno de estos cursos de reciclaje profesional tienen menos de 34 años.

Esto supone que la formación no es una prioridad para los parados de larga duración de más de 45 años y que han sido expulsado del mercado de trabajo desde el sector de la construcción y de las categorías de peón del sector industrial.



DOLORES DE COSPEDAL | SECRETARIA GENERAL DEL PP Y PRESIDENTA DE CASTILLA-LA MANCHA
"En España hay que trabajar más horas"


Con la llegada del PP al poder, su figura quedó un poco desdibujada. Todo el protagonismo se lo llevó el Ejecutivo y sobre todo Soraya Sáenz de Santamaría, la vicepresidenta y portavoz. Pero Dolores de Cospedal (Madrid, 1965) ha salido muy reforzada internamente del congreso del PP, donde Rajoy le ha dado casi todo el poder —con el único contrapeso de Javier Arenas—. Ella lucha por seguir en primera línea. Aunque la situación de Castilla-La Mancha le hace a veces protagonista negativa por sus recortes.

Pregunta. Usted dijo en campaña: “Cuando Rajoy diga todo lo que tenemos que hacer, la gente saldrá a la calle”. ¿Tiene dotes de adivina o ya entonces sabían que iban a subir impuestos y abaratar el despido pero no lo contaron?

Respuesta. Entonces tenía la impresión de que con la situación catastrófica que nos íbamos a encontrar, los que nunca habían salido a la calle saldrían. Y no me equivoqué.

P. ¿Pero ya sabían que iban a subir impuestos y abaratar el despido?

R. Nunca pensamos que hubiera dos puntos y medio de desviación del déficit.

P. Nosotros publicábamos en noviembre que, según fuentes del PP, ustedes daban por hecho al menos el 8%.

R. La documentación que se entregó en el traspaso de poderes hablaba de un déficit del 6%. Dos puntos y medio nadie se los podía imaginar.

P. ¿Qué les dice a los que le votaron creyendo lo que decían, que nunca iban a subir impuestos ni abaratar el despido?

R. Nos votaron pensando que éramos capaces de enderezar la situación que dejó el PSOE. Y saben que lo estamos haciendo. El Gobierno ha adoptado medidas impopulares para su elector tradicional, y ha sido valiente.

P. ¿Cuánto tiempo tiene Rajoy antes de defraudar las expectativas?

R. Mientras aplique un programa de reformas del que se habló en campaña electoral, prácticamente, con algunas excepciones…

P. No es excepción pequeña la subida de impuestos...

R. Mientras Rajoy consiga resultados… El Gobierno está generando credibilidad. Los ciudadanos saben que una situación heredada de 8,5% de déficit y de 5,3 millones de parados no se resuelve en dos meses.
P. Dos meses, no. ¿Cuánto tiempo? Un año, dos…

R. El que sea necesario. Este no es un tiempo de una fecha fija que hoy todo es negro y mañana es blanco. Cambiará paulatinamente. Pero creo que vamos a ver la luz mucho antes de lo que pensamos. Creo que antes de un año la situación estará cambiando de forma sustancial y habrá creación de empleo.

P. Si la reforma laboral está pensada para crear empleo y este año se van a destruir 630.000, ¿qué falla?

R. Va a actuar como dique de contención para que no se siga destruyendo empleo. La reforma va encaminada a aumentar la empleabilidad de las personas.

P. Pero ahora, en un momento en que muchas empresas despiden, ¿abaratar el despido no puede animar a que despidan más?

R. Yo creo que la inmensa mayoría de los empresarios no quieren despedir gente. Estoy convencida de que la reforma laboral actúa como un dique de contención y creará empleo antes de un año.

P. Usted dijo que el PP era el “partido de los trabajadores”. ¿Lo mantiene después de la reforma?

R. Por supuesto. La reforma les gusta mucho a las personas que no tienen empleo.

P. Pero ha gustado más a los empresarios que a los trabajadores…

R. Los sindicatos no representan a todos los trabajadores, ni la CEOE a todos los empresarios. La reforma gusta mucho a los que no tienen empleo y quieren trabajar.

P. ¿Tiene algún dato para demostrarlo? Las encuestas son muy negativas.

R. Si a una persona sin trabajo se le pregunta si, en caso de despido, le parece bien que la indemnización sea menor, no le va a gustar. Pero si hicieran una encuesta entre las personas que están en el paro, yo creo que la mayoría querría cualquier vía para acceder a un empleo.



La bolsa española baja el 0,3 % por la caída de los grandes valores


La bolsa española ha perdido hoy el 0,3 por ciento y el nivel de 8.300 puntos por el retroceso de los grandes valores y del sector energético, lo que ha impedido celebrar los datos de empleo estadounidenses de febrero y los avances en la reestructuración de la deuda griega.
El principal indicador de la bolsa española, el IBEX 35, ha bajado 24,70 puntos, el 0,3 por ciento, hasta 8.282,70 puntos.

Las pérdidas anuales aumentan hasta el 3,31 por ciento y en la peor semana del año y desde mediados de diciembre, el IBEX baja el 3,28 por ciento.

En Europa, con el euro en 1,31 dólares, sólo bajó Milán, el 1,11 por ciento, mientras que Fráncfort avanzó el 0,67 por ciento; Londres, el 0,47 por ciento; París, el 0,26 por ciento, y el índice Euro Stoxx 50, el 0,07 por ciento.

La indefinición presidió el comienzo de la jornada de la bolsa española a pesar de que se había conocido la alta participación de los acreedores de Grecia en el proceso de reestructuración y quita de la deuda helena.
Los altibajos iniciales coincidían con algunos datos sobre la evolución en febrero de los precios en China -3,2 por ciento- y Alemania -2,3 por ciento- y con el aumento del 0,3 por ciento de la producción industrial francesa en enero.

El mercado nacional rondaba el nivel de 8.300 puntos mientras mejoraba la rentabilidad de la deuda española y la cotización del euro se mantenía por encima de 1,32 dólares.

La convocatoria de huelga general en España el 29 de marzo por los sindicatos mayoritarios apenas incidía en la bolsa, en la que sí pesó más el informe de la Comisión Nacional de la Energía (CNE) sobre aplicar un impuesto al gas natural y los carburantes para que asuman parte del coste de las primas a las renovables.

A pesar de que el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, celebraba el acuerdo sobre la deuda griega y recordaba que Grecia podría obligar a los acreedores que no han acudido a la reestructuración a aceptar la condiciones, la bolsa bajaba a 8.250 puntos.

La creación de 227.000 nuevos empleos en Estados Unidos en febrero, aunque la tasa de paro se mantuvo en el 8,3 por ciento, acercó a la bolsa al nivel de cierre de la víspera.

Con esto y los datos de déficit comercial estadounidense, que creció el 4,3 por ciento, hasta 52.600 millones en enero, la cotización del euro empezó a bajar hasta 1,31 dólares.

La debilidad de la subida inicial de Wall Street devolvía la bolsa a la cota de 8.250 puntos, aunque al final de la sesión, consiguió pequeñas ganancias con el petróleo a 126 dólares.

Sin embargo, el descenso de los grandes valores impidió mantener ese alza y la bolsa registró una nueva caída.

Todos los grandes valores bajaron: BBVA, el 0,98 por ciento; Banco Santander, el 0,87 por ciento; Repsol, el 0,61 por ciento; Telefónica, el 0,32 por ciento, e Iberdrola, el 0,11 por ciento.

Red Eléctrica, con nuevo presidente y castigada por el informe de la CNE, lideró las pérdidas del IBEX con un retroceso del 4,93 por ciento, seguida de Sacyr, que cayó el 3,1 por ciento, en tanto que Enagás bajó el 3,02 por ciento, e IAG, el 1,98 por ciento.

Gamesa, tras vender cuatro parques eólicos, encabezó la lista de empresas del IBEX con ganancias al subir el 9,73 por ciento, seguida de Banco Sabadell, que subió el 6,37 por ciento animada por el repunte de los derechos de su ampliación de capital, y de Abengoa, con un alza del 4,3 por ciento.

En cuanto a la evolución semanal de los valores del IBEX, bajaron veintiocho, subieron siete y repitió cotización uno, Bolsas y Mercados Españoles.

La mayor caída correspondió a Sacyr, el 10,5 por ciento; Red Eléctrica, el 8,56 por ciento, y Abengoa, el 7,33 por ciento, mientras que Gamesa consiguió el principal avance con una alza del 2,2 por ciento; DIA se revalorizó el 2,02 por ciento, y Grifols, el 1,98 por ciento.

Todos los grandes valores bajaron esta semana: BBVA, el 5,25 por ciento; Repsol, el 4,24 por ciento; Banco Santander, el 3,76 por ciento; Iberdrola, el 3,35 por ciento, y Telefónica, el 2,53 por ciento.

En el mercado continuo destacó la subida del 14,89 por ciento de los derechos de Banco Sabadell, mientras que Fersa comandó las pérdidas al bajar el 7,62 por ciento.

Antes del cierre del mercado de deuda, la rentabilidad de las obligaciones españolas a diez años bajaba seis centésimas y se situaba en 4,98 por ciento, en tanto que el rendimiento del bono alemán bajaba una centésima, hasta el 1,79 por ciento.

El efectivo negociado se ha situado en 2.433 millones de euros, de los que algo más de 550 fueron intermediados por inversores institucionales.



Wall Street modera los avances y cierra con un ascenso del 0,11%


Wall Street moderó hoy los avances en la recta final de la jornada y el Dow Jones de Industriales cerró con un leve subida del 0,11%, en un día en que se conocieron unos alentadores datos sobre el mercado laboral estadounidense.

El índice de referencia de parqué neoyorquino sumó 14,08 puntos para acabar en 12.922,02 unidades, el selectivo S&P 500 ganó el 0,36 % (4,96 puntos) hasta 1.370,87 y el índice compuesto del mercado Nasdaq avanzó el 0,60 % (17,92 puntos) hasta 2.988,34 unidades.

Los inversores en Wall Street habían arrancado con optimismo la jornada después de conocerse que la economía estadounidense tuvo una ganancia neta de 227.000 puestos de trabajo en febrero, por encima de lo que esperaban los analistas, que la situaban en 210.000.

El Departamento de Trabajo, que anunció que el índice de desempleo en Estados Unidos se mantuvo en el 8,3 % el mes pasado, ajustó sus cifras correspondientes a enero y subió de 243.000 a 284.000 la ganancia neta de puestos de trabajo.

Los operadores en Nueva York también celebraron la histórica quita de deuda griega, la mayor de su historia moderna, y que le permite acceder a un segundo rescate por valor de 130.000 millones de euros con los que evitará la temida bancarrota.

Sin embargo, Wall Street moderó los avances en la recta final tras conocerse que la Asociación Internacional de Permutas y Derivados (ISDA) determinó en Londres que ha habido un "credit event" respecto a la deuda griega lo que implica un impago de facto.

Al cierre de la jornada la mayoría de los sectores anotaron subidas, entre las que destacó el de servicios (0,54 %), el de bienes de capital (0,47 %) o el financiero (0,32 %), mientras que el energético se dejó el 0,36 % en su conjunto.

Dos tercios de los treinta componentes del Dow Jones concluyeron la sesión en positivo, encabezados por el banco JPMorgan Chase (1,46 %), la aseguradora Travelers (0,89 %), la tecnológica Intel (0,86 %) y la química DuPont (0,82 %).

También subieron Cisco Systems (0,61 %), la cadena de tiendas de bricolaje The Home Depot (0,59 %), la operadora AT&T (0,58 %), la farmacéutica Merck (0,55 %) o el gigante del entretenimiento Disney (0,52 %), entre otros.

Al otro lado de la tabla destacaron los descensos de HP (-1,87 %), el fabricante aeronáutico Boeing (-1,19 %) y las petroleras Exxon Mobile y Chevron, que se dejaron respectivamente el 0,62 % y el 0,42 %.

Fuera de ese índice, destacó la subida del 3,25 % de la cadena de cafeterías Starbucks en el mercado Nasdaq, después de anunciar que lanzará al mercado un nuevo sistema de cafeteras de cápsulas para abrirse un hueco en el mercado dominado por otras firmas.

La noticia hizo que se desplomaran un contundente 15,72 % las acciones de la compañía Green Mountain Coffee, que había cerrado un acuerdo con Starbucks para vender en sus establecimientos su popular cafetera monodosis Keurig.

El gigante Apple cerró con un ascenso del 0,59 % mientras que Carnival Corporation, la mayor operadora de cruceros del mundo, retrocedía el 1,23 % tras confirmar que entró en números rojos en su primer trimestre fiscal.

En otros mercados, el petróleo subió a 107,4 dólares por barril, el oro avanzó a 1.713,9 dólares la onza, el dólar ganaba terreno frente al euro (1,3124 dólares) y la rentabilidad de la deuda pública estadounidense a diez años progresaba al 2,03 %.



El Nikkei cae 39,88 puntos, un 0,4 por ciento, y queda en 9.889,86 puntos


El índice Nikkei de la Bolsa de Tokio cerró hoy con una caída de 39,88 puntos, el 0,4 por ciento, y quedó en 9.889,86 unidades.

El índice Topix, que agrupa a todos los valores de la primera sección, bajó 3,43 puntos, un 0,4 por ciento, hasta 845,28 enteros. 

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