El despido
sigue siendo la primera opción para ajustar las plantillas
La reforma laboral lleva ya tres
meses en vigor. En este tiempo, los abogados laboralistas no ven un gran cambio
en las políticas laborales de las empresas: siguen optando por el despido como
primera opción contra la crisis, a pesar de que la reforma facilitó las medidas
de flexibilidad interna alternativas a la destrucción de empleo. Dentro de
dichas iniciativas destaca la reducción salarial sobre todas las demás.
Esta semana se cumplen los
primeros cien días de aplicación de la reforma laboral que abarató y facilitó
los despidos y, al tiempo, dio más facilidades al empresario para adoptar
medidas de flexibilidad interna.
¿Cómo se está aplicando esta
reforma?, ¿qué uso están haciendo de ella las empresas? Tras consultar a algunos
de los principales despachos de abogados laboralistas que asesoran la política
de recursos humanos a compañías nacionales y extranjeras, la primera impresión
es que "las empresas no están haciendo un uso exprés y urgente de la
reforma", dice David Díaz, socio de Baker & McKenzie. "Muchos
esperan a ver cómo la competencia utiliza las nuevas medidas o cómo los jueces
empiezan a interpretar las demandas", explica Jordi Puigbó, coordinador
del área laboral de Cuatrecasas.
Dicho esto, la principal conclusión
de gran parte de los laboralistas preguntados es que los despidos siguen siendo
la primera opción a la hora de hacer frente a la crisis. A la mayoría de
los despachos consultados prácticamente no han llegado peticiones empresariales
para aplicar las nuevas medidas de flexibilidad interna (modificar las
condiciones sustanciales de trabajo, como salario, jornada o turnos; y
descolgarse del convenio colectivo de referencia, entre otros).
"Lo que nos llega son todo
despidos", asegura Daniel Cifuentes, socio de Olswang. Algo en lo que
coincide totalmente su colega y socio de Abdón Pedrajas & Molero Antonio
Pedrajas. "Las empresas piden en un 90% medidas de extinción más que de
flexibilidad interna", dice. Y en este punto, la reforma sí ha hecho mella
al aumentar considerablemente los despidos objetivos (colectivos e
individuales) por causas económicas, para los que la reforma ha eliminado la
autorización administrativa (solo hace falta la voluntad del empresario) y ha
fijado como principal requisito el que haya tres trimestres de caída de
ingresos o ventas. "Si antes el 90% de los despidos eran disciplinarios,
ahora estos son el 50% y el otro 50% son objetivos por causa económica",
añade Pedrajas.
El efecto de este aumento de los
ERE por causas económicas, con las nuevas condiciones de la reforma, es un
claro abaratamiento de la factura que las empresas pagan por los despidos.
"Antes, cuando te sentabas a negociar, partías de ofrecer 45 días, ahora
esto ya no es una referencia", precisa Díaz, con el que coinciden el resto
de laboralistas. Según la experiencia de estos expertos, las indemnizaciones de
los ERE están ahora entre 33 y 35 días. Una de las causas de por qué se pagan
más de los 20 días que exige la ley es que, a pesar de ya no ser necesario el
acuerdo en los ERE para garantizar su autorización, "el pacto sigue siendo
el objetivo en la mayoría de los casos", y para conseguirlo se encarecen,
pero menos que antes. "Además, las formas en la presentación de un ERE son
ahora más importantes que nunca", coinciden los expertos. Son las únicas
vías para conseguir ciertas garantías (no plenas) de que el ERE no se recurra
al juez.
Desde despachos como Baker &
McKenzie, no obstante, explican que sus clientes "ya hicieron los ajustes
más importantes antes de la reforma, así que ahora optan por alternativas al
despido". En ese punto, todos los consultados coinciden en que la medida
de flexibilidad más utilizada es la bajada salarial, mediante la modificación
del artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores.
El descuelgue no se usa
Entre las peticiones patronales
más demandadas estaba la de crear más facilidades para que las empresas
pudieran descolgarse de su convenio de referencia y no aplicarlo. La reforma
dio estas facilidades pero, según los laboralistas, la complejidad del
itinerario que debe seguirse si no hay acuerdo entre empresa y trabajadores ha
hecho que prácticamente ninguna empresa apueste por esta medida de
flexibilidad.
Los cambios que vienen
El Congreso ultima estos días los
cambios definitivos de la reforma laboral. Esto y la jurisprudencia que empiece
a producirse en los juzgados efectuarán en los próximos meses algunas
modificaciones más en la normativa laboral.
NUEVA CAUSA OBJETIVA Una de las
enmiendas a la reforma laboral que podría incorporarse al texto final es la que
concreta más las causas objetivas de despido. Así, precisa que para que
concurra la causa económica la empresa debe haber registrado tres meses de
caída de ingresos o ventas “ordinarias”. Con ello pretende incluir a sectores,
como el turismo, que por coyuntura tienen más difícil cumplir el requisito de
tres trimestres con caída de ingresos.
ABSENTISMO Los despachos
laboralistas ya han empezado a registrar algún que otro caso de despido por la
nueva definición de absentismo. Otra de las enmiendas a la reforma laboral
podría modificar, en favor del trabajador, esta nueva definición, con lo que
los despidos serán algo más difíciles.
PRUEBA DE UN AÑO En el bufete
Abdón Pedrajas & Molero ya han recibido varios casos de despidos en el
periodo de prueba de un año en los nuevos contratos de emprendedores. El
Supremo ya anuló este periodo de prueba en algunos convenios donde estaba
configurado tal y como fija la reforma. Habrá que ver si las próximas sentencias
lo respaldan.
SIN SENTENCIAS En general, existe
mucha expectación entre los laboralistas para saber cómo interpretan los jueces
la reforma. Esperan
conocer las primeras sentencias significativas de primera instancia a partir de
junio.
Por qué los
empleados tienen que estar motivados
Las compañías llevan años
cultivando la implicación de sus trabajadores porque saben que un alto
compromiso facilita la labor diaria, mejora el ámbito laboral y trae buenos
resultados. También aumenta la satisfacción de los clientes y, por tanto, los
beneficios.
Las compañías con un alto nivel
de compromiso entre los trabajadores generan dos veces más ingresos que las
organizaciones con un índice bajo. Esta conclusión a la que ha llega la consultora Bain
& Company revela la relación que existe empleados motivados y clientes
satisfechos. “Los consumidores contentos compran más, se fidelizan, cuentan a
sus amigos su experiencia y, por tanto, se consiguen más beneficios”, cuenta
Nacho Ríos, socio de Bain. ¿Y qué lleva a un cliente a estar feliz? Uno de los
factores que influye en esta actitud es el hecho de haber sido atendido por un
empleado comprometido con su labor diaria.
Los beneficios del compromiso
están claros, pero no tanto conocer cómo alcanzar ese alto grado de motivación.
De hecho, sólo un pequeño porcentaje de trabajadores, de acuerdo con una
encuesta de Bain realizada en 2010, recomendaría su organización a un amigo o a
un familiar. En concreto, las cifras que miden el compromiso en una empresa han
ido disminuyendo desde 2008.
De acuerdo con Ríos, demasiadas
organizaciones llevan a cabo iniciativas para motivar a sus colaboradores y
muchas de ellas funcionan, pero no están conectadas con las prioridades de los
consumidores. “Las compañías que poseen un alto grado de compromiso actúan
diferente. Van más allá de los requisitos para lograr empleados satisfechos,
como un ambiente de trabajo saludable, disponer de las herramientas para
realizar las tareas correctamente o de sistemas de compensación”, matiza el
socio de la consultora.
Si el apoyo de los clientes está
relacionado con el compromiso de la plantilla, ¿cómo lograrlo? Estas son las
tres claves de Bain & Company.
Libertad de los empleados para
mejorar la experiencia de los consumidores
Los expertos en compromiso
aconsejan dotar a los empleados que están en contacto directo con los clientes
de autonomía y libertad, puesto que estos tienen una gran influencia en la
calidad de los hábitos de consumo. Las compañías que siguen esta línea escuchan
y aprovechan el feedback de estos colaboradores a través de encuestas
semanales, brainstorming y reuniones.
Estos empleados poseen derechos y
responsabilidades en las decisiones que pueden añadir o quitar calidad en el
servicio a los clientes; pero esto no significa que todo vale: deben confiar en
los procesos y sistemas que posee la empresa para conseguir y mantener el apoyo
de los consumidores.
Reconocer los roles principales
El jefe de un equipo en contacto
directo con los clientes es una figura crítica para conocer y mejorar los
hábitos de consumo. Cómo sea su forma de gestionar influirá, por tanto, en la
compra. “Los superiores cualificados o con habilidades específicas ayudan a
elevar el grado de implicación de los equipos que tratan con el cliente final”,
explica Ríos, quien añade que “las organizaciones deberían mejorar la formación
de estos líderes”.
Vencer las barreras de la organización
Un alto nivel de compromiso está al
alcance de todas las organizaciones. El reto se encuentra en alinear ese índice
con la satisfacción de los clientes.
En el caso de los empleados, se
dan momentos en los que es posible aumentar su implicación. Por ejemplo, en una
reorganización, con la llegada de un nuevo jefe o cuando se pone en marcha un
plan para mejorar un sistema de trabajo. En el caso de los consumidores,
también existen oportunidades para aumentar su compromiso: aportando una
solución cuando tienen un problema o adelantándose a sus expectativas.
De acuerdo con Ríos, los
ejecutivos deben estar en contacto con las actividades de los empleados que
tratan con los clientes, puesto que son estos los que les conocen. Mejorar el
compromiso de unos hace aumentar el apoyo de los otros.
Salvar el
piso con la pensión
Un plan de pensiones es un
instrumento de ahorro cuyo fin último es garantizar que el día que usted se
retire podrá cobrar una pensión similar al salario que percibió durante su vida
laboral. De ahí que este dinero no pueda ser cobrado hasta la jubilación, salvo
casos de invalidez o enfermedad grave. Pero la crisis ha obligado a considerar
nuevas excepciones. En julio de 2009, el Gobierno de Zapatero hizo posible que
los partícipes pudieran rescatar el plan tan pronto como se quedasen en el
paro, sin necesidad de acreditar 12 meses en esa condición, que era lo que
fijaba la norma hasta ese momento. Ahora, en un signo más del agravamiento de
la recesión, el Ejecutivo de Rajoy permitirá que el fondo pueda ser recuperado
para evitar el embargo del piso.
La modificación está contemplada
en el anteproyecto de la Ley de Supervisión de los Seguros Privados, que deberá
ser debatido en el Parlamento. La reforma establece que los partícipes solo
podrán cobrar el plan de forma anticipada en los supuestos de paro de larga
duración, enfermedad grave o procedimiento de ejecución sobre la vivienda
habitual. Aunque desvirtúa el espíritu de estos productos, los expertos están
de acuerdo en que la medida es necesaria en un momento en el que la alta tasa
de paro ha colmado los juzgados españoles de expedientes de desahucio. Solo el
año pasado tramitaron 58.241, una cifra récord.
"No sé si evitará muchos
desahucios, pero la medida no solo es conveniente, sino necesaria dada la
situación por la que están atravesando muchas familias", dice Manuel
Álvarez, director de seguros particulares, vida y pensiones de Caser, la
aseguradora de las cajas de ahorros. "En número de partícipes que puedan
beneficiarse de esta modificación, seguramente el impacto de la disposición
será limitado, pero en relevancia para el que tenga la mala suerte de estar
afrontando un embargo, será muy positivo", añade.
Juan Luis Alonso, experto de la consultora Mercer ,
también está "totalmente de acuerdo" con la medida. "Se trata de
una situación que, desgraciadamente, afecta a muchos partícipes, que no podrían
acceder a sus fondos de otra forma". El experto desestima que esto vaya a
propiciar una salida masiva de capitales de los fondos de pensiones, ya que
"desafortunadamente" pocas familias invierten en estos productos y
los importes que tienen ahorrados en ellos no son grandes sino más bien
pequeños. "Ya en 2009, cuando el Gobierno suprimió la necesidad de estar
12 meses en el paro para poder rescatar el plan, se habló de que eso podría
generar una fuga de capitales, pero no ha sido así".
En ese sentido, Ángel Martínez
Aldama, director general de Inverco, la patronal de las gestoras, advierte que
el supuesto debería aplicarse siempre que el importe del plan sea suficiente para
evitar el embargo. "Si la vivienda cuesta 100 millones y en el fondo de
pensiones solo tiene 70, perdería el plan y la vivienda, con lo cual no se
cumpliría el fin social de la medida".
En la misma línea, señala que
deberían establecerse una serie de requisitos o cautelas que garanticen que
verdaderamente el partícipe o los miembros de su unidad familiar no tienen
otros bienes o rentas que les permitan hacer frente al pago de la hipoteca. Por lo
demás, considera que la medida es razonable dada la coyuntura. "Se
entiende que el rescate por embargo es una situación de último recurso, en la
que el partícipe ya no tiene nada más que hacer".
El anteproyecto habla de vivienda
habitual. Sobre este punto, Bravo comenta que debería tenerse en cuenta no solo
a los propietarios de hipotecas, sino también a inquilinos inmersos en
procedimientos de desahucio por mora en el pago del alquiler, siempre que esto
se deba a la pérdida de ingresos y en aquellos casos en los que no se pueda
rescatar el plan por paro de larga duración: impago de salarios sin extinción
de empleo o minoración salarial persistente y continuada sin pérdida del puesto
de trabajo.
Pero el anteproyecto contempla
otras modificaciones que atañen a estos productos. Entre ellas, Alonso destaca
que a pesar de que la reforma de las pensiones elevó de 65 a 67 años la edad de
jubilación, el borrador de la ley establece que aquellos partícipes que no
tienen derecho a pensión pública porque nunca han cotizado a la Seguridad Social
-como puede ser el caso de un ama de casa, por ejemplo- podrán rescatar su
fondo a la edad de 65 años. "Pensábamos que también lo iban a subir, sin
embargo, han optado por mantenerlo".
Igualmente, en el caso de
personas que habiendo cotizado a la Seguridad Social no cumplen algún requisito para
poder jubilarse en ella -generalmente, la edad, porque han sido dados de baja
antes de los 67 años-, la reforma mantiene en 60 años la edad mínima a partir
de la cual pueden anticipar el cobro de la prestación correspondiente a
jubilación.
El anteproyecto amplía también
los motivos de cese que permiten acogerse a este supuesto. Si antes solo podía
solicitar esta prestación el partícipe que había perdido su trabajo a causa de
un ERE, de aprobarse la norma, podrá hacerlo también por cese de actividad de
la empresa vinculada a muerte o jubilación del empresario, despidos objetivos o
concurso de acreedores.
La medida más polémica del
anteproyecto es aquella que establece que las gestoras podrán suspender
temporalmente las aportaciones, prestaciones y movilizaciones de los fondos por
falta de liquidez de los activos en que están invertidos. Bravo explica que el
objetivo de esta disposición, que solo se podrá aplicar con la autorización de la Dirección General
de Seguros, es evitar un perjuicio a la totalidad de los partícipes y
beneficiarios de un plan ante el riesgo de que una salida masiva de fondos
provocase pérdidas importantes por la necesidad de liquidar precipitadamente
los activos. "Un fondo de pensiones está invertido en una diversidad de activos,
unos más líquidos que otros. Si la gestora se viera en la necesidad de liquidar
sus activos más líquidos para afrontar una salida importante de partícipes, el
resto se quedaría con los activos menos líquidos. Es lo que se intenta evitar
con esta medida. Es algo que nunca ha ocurrido, pero la ley tiene que prever
todas las contingencias, incluso las más excepcionales".
Martínez Aldama coincide en que
la medida es muy razonable, aunque siempre en supuestos muy extremos, "que
más que de falta de liquidez, sean de iliquidez absoluta", como la que
ocurrió en 2008 cuando el mercado se cerró por completo, impidiendo la
valoración de los activos de renta fija. "La medida es una previsión por
si una situación así pudiese presentarse en el futuro, aunque la de aquella vez
fue algo excepcional, no una cosa que sucede todos los días".
Las bajas médicas
caen por miedo al despido
El anuncio por parte del Gobierno
de que podría penalizar económicamente a los funcionariospor una baja de
incapacidad temporal ha vuelto a poner en primer plano el tema de las bajas por
enfermedad en estos tiempos convulsos. La iniciativa –que el Ejecutivo podría
aprobar este año– forma parte, según el Gobierno, de un plan para luchar contra
el absentismo en el colectivo. De salir adelante, el plan incluiría que los
funcionarios no cobren su salario íntegro durante los primeros 90 días de la
incapacidad temporal.
Según las cifras, durante la
crisis, los trabajadores han sufrido menos bajas, pero ¿qué se esconde detrás?
Es cierto que con 5,6 millones de parados hay menos empleados y, por tanto,
disminuye el número de bajas médicas. Pero también ocurre –al menos así lo
aseguran algunas voces– que los trabajadores «aguantan» más. En efecto, el
número de incapacidades temporales por cada mil trabajadores ha pasado de 27,4
en 2009 a
23,6 en 2011; así como la prevalencia o número de casos por cada mil
trabajadores y el número de días de baja, según la Seguridad Social.
¿Las causas? Según el sindicato
UGT son varias: la disminución de la población ocupada, la reducción de la
siniestralidad, el incremento del número de efectivos de los facultativos del
Instituto Nacional de la
Seguridad Social , la agilización de la comunicación de los
procesos y la formalización de convenios generales para el control de la
incapacidad temporal entre la Seguridad Social y los Servicios Regionales de
Salud.
Los facultativos añaden un matiz
a estos datos: durante la crisis se ha producido una reducción de las bajas de
corta duración –de menos de 10 días–, pero las de mayor duración no se han
reducido tanto. Así lo asegura el doctor Antonio Iniesta, presidente de la Asociación Española
de Especialistas de Medicina del Trabajo (AEEMET). ¿A qué se debe? «Las
plantillas están más ajustadas y hay más presión por parte del sistema», dice
Iniesta, y explica que si antes una baja por una gripe duraba diez días, ahora
dura dos. «Las plantillas están muy apretadas y el tejido empresarial en España
es muy pequeño, con una gran mayoría de pymes. Si coges una baja, dejas a tu
compañero en un apuro», añade el médico.
Algunos expertos creen, además,
que la crisis ha traído el miedo a los trabajadores y que también esto es una
causa –aunque quizá con un menor impacto en las cifras– de que las bajas
médicas hayan disminuido. Desde UGT aseguran que, en los últimos años, han
aumentado los controles de las Inspecciones Médicas y de las propias Mutuas de
Accidentes de Trabajo.
Pero, además, la presión de las
empresas sobre los trabajadores se ha incrementado. «En lo que se refiere a las
empresas, y gracias a la reforma laboral que incrementa el poder de dirección
empresarial incluso en lo concerniente a la salud de los trabajadores, podemos
afirmar que se están produciendo casos de una presión empresarial angustiosa
sobre el trabajador enfermo, a través de la amenaza del despido, que se
facilita con la reforma laboral», explica Carmen López, Secretaria de Política
Social de UGT.
Presentismo y miedo
También una estadística de la consultora Randstad
pone el acento en esta cuestión. El documento refleja que ocho de cada diez
empleados pasan más horas en el puesto de trabajo y seis de cada diez admiten
que se quedan más tiempo en su trabajo solo por el miedo a perder el empleo,
mientras que un 24% de los encuestados asegura que la falta de personal en su
empresa es la principal causa.
¿Menos sanos que antes?
Según las cifras y los expertos,
la crisis ha reducido el número de bajas médicas, pero esto no quiere decir que
los trabajadores tengan mejor salud. Es más, la Organización Mundial
del Trabajo (OIT) asegura que la incertidumbre y el estrés están pasando
factura. El director de la oficina de la OIT en España, Joaquín Nieto Sáinz,
asegura que ahora hay 50 millones de desempleados más en el mundo y «las
enfermedades relacionadas con el paro han aumentado considerablemente». Los
despidos y la incertidumbre están haciendo muchísimo daño: «Producen daños
psicológicos, afectan a la salud mental, y terminan siendo daños físicos porque
se ha demostrado que afectan al sistema cardiovascular», dice Sáinz. Además, ha
aumentado el número de empleos precarios y han disminuido los contratos fijos y
«un trabajador con un empleo temporal tiene más posibilidades de sufrir un
siniestro», dice Sáinz.
Sin
reducción de jornada porque hay “canguros” baratos
Una juez de Almería desestimó la
demanda de una empleada que reclamaba a su empresa una reducción de jornada y
concreción horaria para atender a su hija de cinco años porque hay “jóvenes
adolescentes que por un bajo coste” se prestan a realizar “funciones de
canguro”.
El fallo del Juzgado señala que
la mujer, contratada como dependienta desde hace cuatro años y medio, pidió a
la empresa reducir su jornada de 20
a 18 horas semanales, y que su horario laboral fuera de 10.00 a 14.00 de lunes a
jueves, y de 12.00 a
14.00, los viernes. La empresa se negó a proporcionar dicho horario debido al
régimen de turnos existente y le ofreció diversas alternativas.
La empresa accedió a reducir la
jornada, aunque no exclusivamente en turno de mañana, ya que la política de la
compañía exige que todas las empleadas deben rotar sus turnos para realizar
funciones que son incompatibles con ese horario, como la preparación de las
rebajas o las reuniones periódicas de trabajo.
A la mujer le ofrecieron otro
horario, aunque con algunos días en turno de mañana y otros de tarde, y con los
martes y los domingos como días libres, lo que fue rechazado por la trabajadora
en el acto de conciliación.
La sentencia también indica que
la encargada de zona habló con la empleada en dos ocasiones para proponerle un
traslado de tienda a otra más cercana a su domicilio, e incluso una jornada de
quince horas, a lo que la trabajadora "se ha opuesto
sistemáticamente".
El fallo señala que,
"teniendo en cuenta que la trabajadora conoce ya la concreción del horario
propuesto por la empresa, bien se puede organizar para planificar el cuidado de
su hija", a la vez que indica que "no acredita ningún motivo de peso
que le impida realmente trabajar por la tarde, ya que el hecho de tener un hija
no es motivo impeditivo al existir soluciones alternativas y formas de
organizarse compatibles con el horario propuesto".
Así, incide en que la mujer
"no ha acreditado que sea viuda o que no haya un padre que se pueda hacer
cargo de la niña", y recuerda que "hay guarderías que están todo el
día abiertas", y que "pueden existir familiares o jóvenes
adolescentes que por un bajo coste se presten a realizar funciones de
canguro".
El sindicato UGT, cuyos servicios
jurídicos han representado a esta trabajadora, ha expresado su sorpresa ante la
decisión de la juez de desestimar la demanda, al considerar que era
"razonable".
Sin embargo, el secretario
general de UGT-Almería, José Ginel, ha dicho que "lo que más" les
"ha sorprendido muy negativamente" es la "argumentación
utilizada por la juez para rechazar la demanda, y especialmente la relativa a
la existencia de "jóvenes adolescentes que por un bajo coste" pueden
realizar "funciones de canguro".
Ha considerado que se trata de
una "expresión desacertada" y "fuera de lo normal" porque,
entre otras cosas, hace pensar en la economía sumergida.
El Ibex
encaja una caída del 1,6% pero aguanta los 6.700 puntos
El Ibex 35 ha terminado hoy la sesión
con una caída del 1,6%, con lo que mañana partirá desde los 6.700 puntos. El
mercado ha salido muy tocado tras conocerse que los partidos políticos griegos
han sido incapaces de formar gobierno, por lo que habrá que celebrar nuevas
elecciones en junio.
Wall Street
cambia de rumbo y cierra con descenso del 0,5 % en el Dow Jones
Wall Street cambió hoy de rumbo
en la recta final de la jornada y el Dow Jones de Industriales, su principal
indicador, cerró con un descenso del 0,5 % en un día en que se conoció que
Grecia celebrará nuevas elecciones en junio tras no conseguir formar gobierno.
Según datos provisionales al
cierre de la sesión, ese índice, que agrupa a treinta de las mayores empresas
cotizadas de EEUU, restó 63,35 puntos hasta situarse en 12.632 unidades, al tiempo
que el selectivo S&P 500 cedió el 0,57 % y el índice compuesto del mercado
Nasdaq el 0,3 %.
El índice
Nikkei baja un 0,39 por ciento hasta 8.865,78 puntos
El índice Nikkei de la Bolsa de
Tokio cayó hoy en la apertura 34,96 puntos, el 0,39 por ciento, hasta situarse
en 8.865,78 puntos.
El segundo indicador, el Topix,
que reúne todos los valores de la primera sección, bajó 1,67 puntos, el 0,22
por ciento, hasta 745,73 puntos.
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